Es tiempo de sacar a los corruptos del gobierno, dijo la senadora Lucy Meza, aspirante a la gubernatura por Morena y coordinadora del equipo de Claudia Sheinbaum en Morelos. Y es que ya nadie en la 4T se tienta el corazón para descalificar la gestión del gobernador Cuauhtémoc Blanco.
El ex futbolista es el principal obstáculo para que Morena gane la elección del año de entra, por eso todos en la 4T toman distancia.
Lo que quieren aspirantes, dirigentes y legisladores de Morena es que Cuauhtémoc y su chilanga banda se regresen a la CDMX y dejen que los morelenses se hagan cargo de las elecciones en el estado sin el fardo de Blanco, que es el gobernador en funciones con el desempeño peor calificado.
Otros sectores del estado, como la jerarquía católica y los organismos empresariales piden ayuda a la Federación por la crisis de seguridad que padece el estado y que ha rebasado por mucho al gobierno de Blanco, a quien por allá se acusa incluso de complicidad,
La sobrevivencia política de Blanco pende de alfileres, la voluntad presidencial es lo único que ha detenido su caída, que será estrepitosa.
En el entorno de Xóchitl Gálvez hay la certeza de que el mejor aliado en el despegue de la senadora rumbo a la candidatura presidencial de la oposición ha sido el presidente López Obrador. Mientras que un supuesto aliado, Vicente Fox, es especialista en meter a Gálvez en aprietos.
El mundo ideal para Xóchitl sería que AMLO siguiera con su promoción en la mañanera y que alguien le diga a Fox, cállate chachalaca.
La senadora emprendió un deslinde total de Fox cuyos dichos no la representan. No solo en temas de poca sustancia como la pensión de los ex presientes, sino en asuntos de fondo como los programas sociales. Tienen ideas totalmente diferentes.
Xóchitl seguirá jalándole los bigotes al jaguar tabasqueño de Palacio Nacional aunque en ese recinto ya le cayó el veinte al presidente de que la grotesca acometida contra Gálvez fue contraproducente.
Aunque formalmente compite por la nominación de Morena para la presidencia, Ricardo Monreal no pierde de vista el proceso sucesorio en la CDMX, por algo será.
Monreal pidió a las fuerzas de izquierda de la ciudad mantenerse unidas, porque Morena puede perder si hay división.
Dijo que además de conservar el Palacio del Ayuntamiento el objetivo de Morena para la capital del país es recuperar las alcaldías que están en poder de la oposición.
La verdad es que en la elección del 2021 Morena tuvo una jornada amarga, derivado del hecho de que pensó que ganaría solo con la camiseta y no leyó bien el descontento ciudadano.
Tiene razón el zacatecano sobre el riesgo del rompimiento, la pregunta es si él está dispuesto a ser factor de unidad en la CDMX donde su nombre circula por diferentes rumbos.
No pueden seguir ofreciendo pan con lo mismo. Las corcholatas tienen que cambiar de guion. Corren el riesgo de volverse irrelevantes y pasar un mes en páginas interiores.
La primera parte del operativo cumplió el objetivo de que el gobierno mostrara sus cartas y enviara el mensaje de que la sucesión era algo entre morenistas, pero eso dejó de funcionar.
La irrupción del Frente Amplio y el crecimiento de la figura de Xóchitl obliga a que le busquen por otro lado.
Las reglas que les impuso el presidente López Obrador le dan ventajas inesperadas a la oposición. Las corcholatas sin mítines al aire libre, sin espectaculares y sin propuestas dejarán de atraer los reflectores.
El cambio tiene que comenzar hoy mismo, para que las siguientes semanas sean provechosas, de otra manera tiene poco sentido el gasto y el esfuerzo personal.
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