Este viernes comenzará la campaña presidencial y con ella la cuenta regresiva para conocer qué nos anticipará el cambio de gobierno que se dará el 1 de octubre. A los cientos de miles de spots, anuncios espectaculares, mantas y pendones que inundarán nuestra vida cotidiana, se sumarán las descalificaciones infundadas, las encuestas convenientes, los análisis parciales, las propuestas inviables y un cúmulo de argumentos sesgados que aportarán poco al fortalecimiento real de la democracia y abonarán a profundizar la polarización en la que nos encontramos. En medio de todo lo anterior, las dos candidatas y el candidato que participarán en la contienda enfrentarán distintos retos que tendrán efecto para los partidos que los postulan por los próximos seis años.
Claudia Sheinbaum y la coalición Sigamos Haciendo Historia, conformada por Morena, el PT y el PVEM, tienen el reto de demostrar que son mucho más que el liderazgo social representado en la figura de Andrés Manuel López Obrador. Con las dificultades que representa el ponerse por encima de una figura tan dominante como la del presidente, Sheinbaum deberá demostrar que tiene ideas, programa y equipo propios y que, en caso de llegar a la Presidencia de la República, ocupará el cargo y ejercerá el poder con independencia y autonomía respecto de López Obrador. De igual forma, los partidos de Sigamos Haciendo Historia deberán plantear una estrategia que les permita conservar la ventaja con la que arrancan la campaña y que hoy los coloca como favoritos. Además, deben demostrar que su proyecto es el de un México plural que admite mucho más que una sola visión de país y que son capaces de llamar a la concordia, el diálogo, la negociación y la unidad nacional.
Fuerza y Corazón por México, conformada por PAN, PRI y PRD y abanderada por Xóchitl Gálvez, tendrán el reto de demostrar que han comprendido la lección vivida en 2018, donde además de haber votado mayoritariamente por un candidato sumamente carismático, la ciudadanía envió el mensaje de rechazo a las viejas formas de entender y construir la política. Si desean remontar la desventaja en que se encuentran, la estrategia debe centrarse en mostrar una candidata independiente de los partidos, pero con suficiente cohesión en las bases territoriales de estos que le permitan gozar de frescura discursiva, por una parte, y de operación y movilización territorial, por la otra. Finalmente, Xóchitl Gálvez debe probar que es más que una narrativa capaz de emocionar y que su proyecto cuenta con la fuerza y viabilidad para superar los rezagos que se han venido acumulando a lo largo de los últimos años en distintas áreas.
Por lo que hace a Movimiento Ciudadano – único partido político que competirá en solitario – y Jorge Álvarez Máynez tendrán que superar la crisis interna que desde hace meses arrastran y que en las últimas semanas se ha profundizado, primero, para después confirmar que el suyo es, en verdad, un proyecto de nueva política y no solamente y en contrasentido de la parábola bíblica, haber llenado botellas nuevas con vino viejo. La oportunidad que MC tuvo de haber ofrecido una candidatura fresca, conciliadora y potente se perdió y hoy su lucha electoral será, más bien, por conservar el gobierno de Jalisco y el de sus municipios más importantes, así como de refrendar su presencia en Nuevo León mediante una victoria en la capital del estado. Con una posibilidad de triunfo prácticamente inexistente, lo que a los naranjas queda es buscar incidir en el próximo gobierno colocando en la agenda nacional algunos temas que les permitan construir para el futuro.
De la mano de estas tres candidaturas, a las autoridades electorales les corresponderá mantener la autonomía e independencia con la que han venido actuando en procesos de esta naturaleza para garantizar la imparcialidad de la contienda; a los medios de comunicación les incumbirá consignar los hechos y preservar la objetividad en tiempos en los que la libertad de expresión está en riego; a los ciudadanos nos tocará sobrevivir a la vorágine de propaganda, reflexionar sobre el futuro y participar a partir de nuestras convicciones. Con el primer minuto del próximo viernes se escuchará un solo grito: ¡aaarrancan!
Profesor y titular de la DGACO, UNAM
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Correo electrónico: joaquin.narro@gmail.com
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