Opinión

AMLO y los pecados sociales

Como dicen que usted es el médico de cabecera del presidente López Obrador, llamo su atención con franca desesperación.

Mire, doctor Alcocer, en estos días don Andrés acusó a los trabajadores del Poder Judicial de la Federación (PJF) de cometer un “pecado social” porque, al salir a protestar por la desaparición de los fideicomisos, supuestamente defienden privilegios.

Vayamos por partes.

¿Qué es un pecado? Es una “cosa o acción que se aparta de lo recto y lo justo, o que falta a lo que es debido,” dice la Real Academia de la Lengua. Sin embargo, el presidente a diario comete un pecado más serio: mentir. Lo hace con el agravante de mentir oficiosamente, lo cual implica decir una falsedad “para obtener un provecho o ventaja” (RAE).

Aquí van algunos de los pecados oficiosos del inquilino de Palacio Nacional.

PECADO #1: MENTIR SOBRE LOS FIDEICOMISOS DEL PJF. El presidente ha afirmado que los 13 fideicomisos son excentricidades de los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y que su extinción no afectará a los trabajadores.

Como lo he señalado anteriormente en este espacio, por lo menos diez de tales fideicomisos están conformados con aportaciones de los empleados del PJF para apoyos a vivienda, salud y retiro; luego entonces, son dineros de los trabajadores, no del gobierno. Estos fondos se crearon con base en la Ley Federal del Trabajo y cuentan con reglas de operación; al ser revisados en 2019 por la Auditoría Superior de la Federación, ésta no encontró ninguna irregularidad.

A esta mentira, se agregaría la calumnia, la cual es “atribuir maliciosamente a alguien actos o intenciones deshonrosas” o bien, se usa para “vengar agravios”.

PECASO #2: MENTIR SOBRE EL ENDEUDAMIENTO DEL PAÍS. Desde su campaña, AMLO prometió que no contrataría más deuda, porque él haría más con los mismos recursos.

No fue suficiente con que se comiera todos los fondos existentes, como el de estabilización, el del Seguro Popular, los fideicomisos y los recortes, ahora, pretende endeudar al país con dos billones (millones de millones) de pesos para 2024. La deuda pública se ha incrementado 60 por ciento desde 2018.

El pretexto es concluir las megaobras, siendo que Dos Bocas está costando el triple y el Tren Maya el doble; a lo anterior agregaría los enormes fondeos a PEMEX, la cual no ha cumplido con ninguna de sus metas.

Nuestros tataranietos seguirán pagando los préstamos y nadie les ha pedido su parecer.

PECADO #3. MENTIR SOBRE EL COMBATE A LA CORRUPCIÓN. Según el presidente, ya se acabó la corrupción porque “las escaleras se barren de arriba para abajo”.

Todo indica que la escoba no aplica para los amigos del presidente, pues es fecha que del fraude de SEGALMEX sólo se ha judicializado el uno ciento y el ex director del organismo, Ignacio Ovalle, despacha tranquilamente en la SEGOB. Lo mismo puede decirse de la directora de la CONADE, Ana Gabriela Guevara; de Santiago Nieto, ex de la Unidad de Inteligencia Financiera; de Delfina Gómez, actual gobernadora del EDOMEX; de Irma Eréndira Sandoval, ex titular de la Función Pública; de Cuauhtémoc Blanco, gobernador de Morelos; de Mario Delgado, presidente de MORENA; o de Pío López Obrador, hermano del inquilino de Palacio Nacional; o de Carlos Lomelí, ex súper delegado…

Para acabar pronto, también se puede decir del 77 por ciento de todas las contrataciones del gobierno federal otorgadas por adjudicación directa y las empresas fantasma que por ahí rondan.

PECADO #4 MENTIR SOBRE EL ABASTO DE MEDICAMENTOS. Una y otra vez, desde las mañaneras nos aseguraron que ahora sí, ya se había logrado el abasto de medicamentos.

Desde 2019, so pretexto de combatir la corrupción, se desbarató el sistema de compras y no hay suficiencia de medicamentos. Hubo retrasos de un año en las adquisiciones, en vez de la anticipación en la colocación de pedidos. Casi cinco años después, el problema no se ha resuelto y no hay nadie enjuiciado por corrupción.

El espacio se me acaba, aunque podríamos seguir con una larga lista de pecados oficiosos.

Usted se preguntará por qué no menciono la falta de tratamientos para los niños con cáncer, los cientos de miles de muertos en exceso por el pésimo manejo de la pandemia, la falta de vacunas infantiles, el incremento de desaparecidos, el la inseguridad galopante… No los incluyo porque esos no son pecados sociales, son criminales.

¿Por qué el presidente miente tanto? Su conducta rebasa el populismo y/o la soberbia.

¿Es mitómano? ¿No sabe procesar los datos? ¿Sufre de alexitimia o del trastorno antisocial de la personalidad?

Urge que usted lo diagnostique y le dé tratamiento.

Aún le quedan al presidente nueve meses para seguir mintiendo y destruyendo.

Colaboró: Upa Ruiz uparuiz@hotmail.com

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