Ariadna Montiel, al segundo piso
La pensión para adultos mayores es la política pública con mayor impacto electoral de la historia. No solo se trata de tener la idea y la voluntad política, que hay en anotarlas en el casillero del presidente López Obrador, hay que instrumentarlas con eficiencia, lo que es un reto mayúsculo, que este sexenio superó con creces Ariadna Montiel, secretaria del Bienestar.
Montiel es de los que pueden colgarse con justicia la medalla de los ganadores de la elección de junio. Por eso, porque el bando ganador reconoce su aportación a la victoria, la secretaria Montiel repetirá en su cargo en el gobierno que arranca el primero de octubre y que se define a sí mismo como el segundo piso de la 4T.
Los programas sociales llegaron para quedarse porque ya forman parte importante del presupuesto de millones de familias que no dudaron en mostrar su agradecimiento en las urnas. Amor con amor se paga, dicen.
El Zapotillo es una realidad
Más allá de las crónicas sobre porras, aplausos y abucheos, lo realmente importante del encuentro de López Obrador y Claudia Sheinbaum con el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, es la inauguración formal de la presa El Zapotillo.
Se trata de una magna obra de infraestructura que abre la posibilidad de resolver el abasto de agua potable a la zona metropolitana de Guadalajara. Es un logro al que le queda el calificativo de histórico.
Para nadie es un secreto que la relación entre el mandatario estatal y los poderes federales no ha sido fácil, pero en la construcción del Zapotillo se impuso el interés popular y el profesionalismo de políticos que dejaron a un lado diferencias para sumar esfuerzos en algo sustantivo, que rebasa con mucho cualquier desencuentro. La presa ya es una realidad.
El gobernador Enrique Alfaro fue anfitrión del presidente López Obrador y de la presidenta electa, Claudia Sheinbaum, en la entrega de la Presa El Zapotillo/
Reconciliación piden obispos
La contienda electoral quedó atrás pero el país no ha podido atenuar la rijosidad lo que augura momentos de alta tensión para los próximos días.
A unas semanas de que Claudia Sheinbaum rinda protesta en el máximo cargo público de gobierno, la jerarquía católica pidió a todos trabajar por la reconciliación, pero una que vaya más de los abrazos impuestos o gestos obligados de cortesía, que constituyen una paz frágil. No se trata de explicar al país entre buenos y malos, con esquemas preestablecidos.
Lo que piden los obispos es caminar y crecer juntos como país, a lo que solo se puede acceder con diálogo permanente. No se trata de un buen deseo de pastores evangélicos, sino de la posibilidad de hacer viable evitar más sufrimiento.
La hora de las decisiones se acerca, hay incentivos para los actos hostiles, la reconciliación es posible, dice la Iglesia, pero hay que construirla
De nuevo Trump
Los estrategas de la campaña republicana a la Casa Blanca estuvieron buscando formas de competir mediáticamente con la Convención Demócrata que se llevará a cabo esta semana en Chicago.
Lo que decidieron nos incumbe. Su forma de jalar reflectores será que Donald Trump se pare en la frontera con México para disparar una ráfaga de amenazas contra los migrantes, comenzando con esa de la mayor deportación de la historia, que incluye redas de indocumentados en iglesias, colegios, hospitales, centros comerciales, estadios deportivos.
Trump ha reiterado que serán millones de deportados, lo que pone a México, el gobierno que va de salida y el que va llegando, ante un desafío colosal. Para jalar la atención mediática Trump irá lo más lejos posible. Que nadie olvide que las palabras violentas anteceden a las acciones violentas.
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