Opinión

Después de un breve descanso, regreso a clases presenciales

El próximo lunes inicia el Ciclo Escolar 2022-2023 que, en el contexto actual de postpandemia, de transición en la titularidad de la Secretaría de Educación Pública (SEP), de implementación de pruebas piloto de un nuevo plan de estudios en la Educación Básica y del ya tradicional gasto de la economía familiar derivada por las compras asociadas a nuevo año escolar por comenzar, representan el permanente desafío del Sistema Educativo Nacional (SEN) de garantizar el derecho constitucional de millones de mexicanos.

Regreso a clases

Regreso a clases

Cuartoscuro

En cifras del pasado ciclo escolar (20-21) la matrícula escolarizada fue de 35.6 millones de alumnos, inscritos en las 261 mil 101 escuelas, públicas y privadas, establecidas en el territorio nacional, de todos los niveles y servicios educativos, desde donde fueron atendidos por casi 2.1 millones de docentes.

De este universo, la dependencia del Gobierno Federal a cargo del sector, por medio de la Dirección General de Planeación, Programación y Estadística Educativa (DGPPyEE), informó que, como resultado de la pandemia COVID-19, entre los ciclos escolares 2019-2020 y 2020-2021, el sistema escolarizado registró una disminución de 847 mil alumnos a nivel nacional; 656 mil de ellos fueron de preescolar, primaria y secundaria; 160 mil de bachilleratos y 31 mil correspondientes a Educación Superior. Afectación que, aún con los programas emergentes de @prende.mx, impidió incorporar a los estudiantes.

En otra perspectiva, un dato relevante refiere que la Capacitación para el Trabajo tuvo un incremento de 15.2%; esto quiere decir que, alrededor de 260 mil estudiantes encuentran en este modelo formativo, una opción viable para incorporase al mercado laboral de manera más inmediata. Esta condición, muchas veces, no se toma en cuenta por desconocimiento de la población en general.

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Otro dato de impacto y contraste, los constituyó la matrícula de las escuelas privadas, la cual registró una disminución de 12.9%. Esta contracción fue notoriamente inferior a la anticipada a través de encuestas y proyecciones difundidas por distintos analistas y especialistas en el tema.

Las cifras sobre las escuelas de Educación Básica privadas, indican que cerraron en 1,223 de 1,572 con las que se contaba. Ello implicó la reducción de la matrícula que de 656 mil 72 pasó a 480 mil 791 alumnos; al mismo tiempo, hubo una baja en el número de maestros que llegó a 12 mil 698 de 15 mil 343.

En más datos, la cobertura entre la población de tres a 14 años de edad fue de 92%. La reducción de la matrícula en este tipo educativo se debió a la progresiva disminución de nacimientos en México, según reporta el informe de DGPPyEE. El sostenimiento público de la matrícula educativa representó 90.3%, mientras que en las escuelas particulares fue de 9.7% de los jóvenes que desertan de la preparatoria por COVID y por condiciones que prevalecen en el país con situaciones de vida muchas más duras; se detalla que la mayor parte de la deserción escolar se presentó en alumnos de bachillerato.

De acuerdo con los datos de la SEP, el reto es trascendental para la entrante Secretaria de Educación, Leticia Ramírez Amaya, ya que de cada 100 alumnos que iniciaron la primaria, solo 81 llegan a ingresar a la preparatoria, y de ellos, únicamente, egresan 53. La cifra es más alarmante, cuando se detalla que de éstos 53, solo 29 inician una carrera profesional y 26 de ellos logra graduarse.

Hoy, como parte de las estrategias de la Nueva Escuela Mexicana, el Gobierno Federal busca centrar sus acciones que consoliden reformas en los esquemas didácticos y pedagógicos tradicionales y permitan lograr “una formación integral y humanista”, a través de un mejor plan de estudios; que ya se encuentra en consulta ante la Comisión Nacional de Mejora Regulatoria y comenzará, como prueba piloto, en octubre próximo en alrededor de 900 escuelas del país, los demás alumnos seguirán con el modelo clásico; a partir del ciclo 2023-2024, todas las escuelas de Educación Preescolar, Primaria y Secundaria en el país, contarán con el nuevo Plan de Estudios.

Derivado de este panorama y tomando como base las cifras oficiales, es importante actuar en consecuencia para abatir el rezago y permir que los millones de mexicanos en edad escolar adquieran las habilidades cognitivas básicas y los impulsen a no interrumpir sus estudios, al menos hasta el nivel medio superior. El futuro del país depende del desarrollo de su población como fuerza laboral y productiva profesionalizada.

Por tanto, la sociedad en conjunto debemos recuperar el prestigio de la educación como opción de crecimiento personal y social. No en el viejo concepto de ‘estudiar para ser alguien en la vida’ sino en aquel donde el conocimiento nos permite alcanzar la libertad colectiva y hacer progresivos nuetrso derecho. Debemos ser observadores ciudadanos del comportamiento del Sistema Educativo Nacional pero sobre todo, servir de apoyo y formar parte de las estrategias de acompañamiento para los niños, niñas y adolescentes. Seamos enfáticos, ninguna persona en edad de estudiar puede estar fuera del sistema educativo, apostemos a terminar con el trabajo infantil y explotación adolescente. Auxiliemos desde su incorporación a la escuela e involucremos a las autoridades, docentes y padres de familia y ciudadanía no suelten a los alumnos. Son las bases para hacer de nuestro país una potencia moral.