A mi me parece muy bien que los partidos políticos opositores participen juntos, coaligados, en la contienda electoral del 2024. Los que se agruparon en el “INE chiquito”, el Frente Cívico Nacional, no pudieron mantenerse con suficiente independencia para impulsar una consulta ciudadana. Los que condicionaron su participación, como académicos o ex consejeros del IFE, hoy INE, no estuvieron de acuerdo con la injerencia partidaria. No me queda claro por qué. Hacer juicios morales del comportamiento de quienes conforman el PRI, el PAN y el PRD no es lo que se necesita ahora sino una propuesta organizada por todos los que quieren enfrentar a Morena, que tiene todo el aparato de Estado a su favor. No se trata de competir sino de tirarle a ganar a un gobierno mentiroso, corrupto, destructor y amarra navajas.
Me refiero a un gobierno que no ha cambiado un ápice de nada. Seguimos bajo una economía neoliberal, en la que muchas ayudas ganadas han desaparecido: las escuelas de tiempo completo, los desayunos escolares, las campañas de vacunación, el abastecimiento de medicinas etcétera, etcétera. Todo el poder de López Obrador intentó acabar con el INE para regresarlo a su condición de dependencia de la Secretaría de Gobernación. Eso proponían los grandes “demócratas de la Cuatroté” ¡Qué avance regresar a 1988 por no irme más atrás! El presidente, sin duda, funciona conforme a sus deseos y caprichos. Apoya al dictador cubano Díaz Canel, le cae bien Donald Trump, ha recibido a varios diplomáticos rusos, muchos más de los que requiere la embajada de Putin en México, ha invitado a nuestro país al siniestro Nicolás Maduro, mismo que se encuentra enjuiciado por la Corte Internacional por crímenes de lesa humanidad. Mientras tanto, Chile asume pro tempore la presidencia de la Alianza del Pacífico, porque AMLO no le quiere pasar la batuta a la presidente peruana Dina Boluarte por considerarla una usurpadora en el poder. ¡Ah, el discurso populista!
Mientras tanto, nuestro país está en llamas. La alcaldesa de Tijuana, Monserrat Caballero, se mudó con su familia a un cuartel que se hizo más o menos acondicionar, debido la cantidad de amenazas de muerte que recibe. En Chiapas, tal como lo describe en El país Alejandro Santos Cid, existen “las torturas, desplazamientos forzados, detenciones arbitrarias o violaciones al derecho a la tierra”. Hay tiroteos, secuestros, violencia como en muchos otros estados de la república mexicana. En Tamaulipas unos militares asesinaron a civiles, pero el presidente le entregó más poder a la Sedena y a los marinos en los aeropuertos. Por lo pronto dieciséis elementos de la policía chiapaneca fueron secuestrados. Los secuestradores piden negociar con el gobernador, AMLO dice que no, que es un asunto entre grupos. La verdad, le interesa más que nada la sucesión presidencial y observa a la oposición, de la que se burla.
¿Ustedes creen que con este presidente el “INE chiquito” y los ciudadanos apartidistas iban a colocar a un precandidato (a)? Como escribió este miércoles 28 de junio mi buen amigo Gil Gamés, en su periódico Milenio :
“… los integrantes de este efímero grupo no encontraron en el plan de Va por México ni la pluralidad, ni diálogo, ni autonomía, ni independencia. Gilga puede imaginarse que tratar con Alito, Marko Cortés y Jesús Zambrano no es una perita en dulce, más bien un trago amargo. Ahora, mal sin bien, qué querían, ¿la seda de la conversación coincidente ¿La beneficencia del diálogo sereno y sin dobleces? ¿La autonomía sin estorbos? Con la pena, pero la política es lo contrario: el encontronazo, la grilla y también el pacto y la negociación.”
No podría yo estar más de acuerdos. Uno necesita acompañarse de los que saben.
Hasta ahora, Andrés y sus corcholatas han dizque engañado a la ley electoral Ante esto el INE mejor se hace de la vista gorda, sin embargo hoy le advirtió a las corcholatas de Morena que deben reunirse en privado y no en las plazas públicas, llenas de acarreados. No sabemos hasta ahora cuánto dinero se han gastado los aspirantes morenistas en la dizque no campaña, pero calculamos que mucho. ¿De dónde ha salido? Hagan, lectores sus apuestas.
Muy interesante es que el presidente y sus posibles sucesores hayan sido sorprendidos por una oposición formada por tres partidos unidos y tan diferentes y por la aparición en el escenario pre campaña presidencial de Xóchitl Gálvez, quien ha conquistado a no pocos ciudadanos con su alegría, su aplomo, sus orígenes y su enorme inteligencia. Ante esto, AMLO ha empezado a lanzar dardos envenados. También Claudia Sheimbaum, que ya tachó de corrupta así nomás porque sí a la senadora Gálvez, además de que es la repetición perica de los agravios e insultos que fatiga un día sí y otro también el inquilino de Palacio Nacional, lo mismo que Adán Augusto.
No haber librado los tiempos que contemplan las leyes electorales es hasta cierto punto tan criticable para la oposición como para el oficialismo. Pero resulta que este último corre a una velocidad de ráfaga, por lo que la oposición tuvo que espabilarse. No sabemos que habrá de suceder, aunque el presidente vislumbre, intuya, perciba quién levantará el dedo opositor para ungir a su “tapado”, porque hasta en eso cree el macuspano: que puede descifrar todo lo que pase en México. Ya acusó a Claudio X González (inmediatamente moneros de la Cuatroté crearon caricaturas al respecto), pero ahora se decanta por Carlos Salinas De Gortari . Mañana seguramente incluirá a alguien más.
Por lo pronto, continúan los vídeos de los policías secuestrados transmitiéndose desde las redes. Andrés Manuel “amenazó” con acusar a los secuestradores con sus papás y sus abuelos, lo cual, como tuiteó Héctor de Mauleón, “es más indignante” que el trato deshonroso que dan los secuestradores a los dieciséis elementos de la policía en Chiapas.
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