Reñida estará la contienda por la Jefatura de Gobierno de la CDMX. Vamos, desde las precontiendas internas se anuncia una disputa cerrada por la capital, que más parece un país por su complejidad y densidad poblacional.
Por MORENA ya hay un descartado y otro dudoso. Cuauhtémoc Blanco, el muy criticado gobernador de Morelos, ya decidió retirarse y ¡bendita la hora! ¿Qué le hemos hecho los capitalinos como para que quiera gobernarnos? También por ahí se menciona a Hugo López-Gatell, subsecretario de Salud, a quien no le doy la más mínima posiblidad.
Los guindas que sí se apuntan en serio y con posibilidades de ganar la contienda interna son tres. Empecemos.
Clara Brugada, alcaldesa de Iztapalapa hasta hace unos días, ha lidiado con la demarcación más poblada y más conflictiva de la CDMX. Al parecer, entrega buenas cuentas. En 2021, Iztapalapa estaba en la lista de los 50 municipios más violentos del país, con una percepción de inseguridad de 77.2 por ciento de la población; actualmente y según sus cifras, disminuyó 57 por ciento los delitos de alto impacto.
Licenciada en Economía, doña Clara se inició allá por los 80’s en organizaciones reinvidicadoras del derecho a la vivienda, como el Movimiento Urbano Popular y la Unión Revolucionaria “Emiliano Zapata”. Ambos colectivos gozan de una fama cuestionable y fueron un dolor de cabeza para las autoridades del entonces DDF. De ahí pasó a tareas legislativas, tanto locales como federal.
Habrá que ver si su desempeño en Iztapalapa y su trayectoria le alcanzan para reconquistar a los desencantados de MORENA.
Mario Delgado la tendrá difícil en la contienda interna, pese a que seguramente es el aspirante con mayor nivel de reconocimiento. No es lo mismo que las huestes le apoyen ahora que es presidente del partido y que cuenta con todo el respaldo de Palacio Nacional (gracias a su obediencia), que contender por sus méritos. A su paso por la conducción de MORENA ha pisado muchos callos.
Siempre ha sido funcionario público, pero su carrera empezó a despegar cuando se vinculó a Marcelo Ebrard y éste gobernaba la CDMX. Ahí es donde empiezan los asegunes de don Mario, pues fue secretario de Finanzas durante la construcción de la Línea 12 del Metro. De 2012 en adelante ha hecho trabajo legislativo.
Cuenta con una maestría en Economía, de la Universidad de Essex, y tuvo un papel destacado en algún foro de Davos. Puede no ser el político más simpático y se ha dedicado a sacar los bueyes de la barranca de los que han sido sus jefes... Su problema es que ha cambiado mucho de jefes.
Así llegamos a Omar García Harfuch. Con sus 41 años, es el más joven de los tres contendientes y sin duda el más popular hasta ahora. Lo suyo es la seguridad y hasta de familia le viene, pues su padre fue Javier García Paniagua, militar muy inteligente y priista de pura cepa, quien sirvió en las áreas de seguridad y en SEGOB.
Don Omar tiene dos licenciaturas, una en Leyes y otra en Seguridad Pública, así como especialidades sobre la materia en Harvard y el FBI. Los rumores palaciegos dicen que don Andrés no le quería como candidato por haber trabajado con Genaro García Luna, aunque tengo mis dudas de que por aquellos años Omar haya sido del equipo cercano, pues ni la edad, ni la jerarquía de entonces le daban ese espacio.
Como secretario de Seguridad Ciudadana de la CDMX ha hecho un buen esfuerzo; entre 2018 y 2023, la tasa de victimización de la población bajó 36 puntos y el número de homicidios disminuyó 31 por ciento (INEGI, 2023). Sin hacer muchas olas, definitivamente utilizó una estrategia distinta a la federal para enfrentar la inseguridad de la CDMX, basada fundamentalmente en trabajos de inteligencia.
Como toda su trayectoria ha sido en el ámbito policial, sería un candidato débil frente a temas complejos como el cambio climático, la escasez de agua o la economía de la CDMX.
Ninguno de los tres precandidatos la tendrá fácil llegado el momento de enfrentarse a la oposición. En la elección de 2021, MORENA se desplomó en la capital, alcanzando solo siete de las 16 alcaldías. Si uno ve el mapa de la CDMX, es como si un eje vertical la dividiera en dos: del lado derecho es guinda, mientras que del lado izquierdo es oposición.
La capital del país siempre ha ido un paso adelante en las corrientes políticas del país; recordemos que fue la primera entidad importante gobernada por la entonces oposición, en 1997. Hoy en día, me temo que la izquierda como gobierno está muy cuestionada en la CDMX.
Mañana les comentaré sobre los aspirantes panistas.
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