Opinión

Colón y su tripulación eran inocentes

La sífilis es una enfermedad de transmisión sexual causada por un microorganismo conocido como Treponema pallidum. La historia natural de la sífilis es de una enfermedad que tiene tres fases. La primera es lo que conocemos como infección primaria y se manifiesta por una lesión característica llamada chancro sifilítico, que consiste en una úlcera de color blanco, dolorosa y con secreción, que aparece usualmente en los genitales y la región perianal. En las mujeres puede pasar desapercibido, si ocurre en el cuello de la matriz, en donde solo es visible mediante exploración. Sin tratamiento, esta fase de la enfermedad puede durar varias semanas, pero eventualmente desaparece. Como el Treponema es muy sensible a la penicilina, la sífilis primaria se cura rápidamente con este antibiótico. La sífilis produce una inmunidad pasajera y colonia específica, es decir, quien la padeció está protegido por cierto tiempo de la infección repetida, pero solo con la colonia específica del treponema con que fue infectado.

La sífilis secundaria ocurre varias semanas o meses después del cuadro primario. Se trata de una enfermedad sistémica con malestar general, cansancio, fiebre, adenomegalias y la aparición de un rash con múltiples pápulas rojas llamadas clavos sifilíticos que pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo. El cuadro dura semanas o meses y, como la sífilis primaria, sin tratamiento desaparece solo.

La sífilis puede pasar a una fase latente y finalmente a la terciaria, en la cual, la presencia crónica del treponema causa daños irreversibles en el corazón o en el sistema nervioso. Se manifiesta a los 15 años o más después de la sífilis primaria. La lesión más frecuente es la inflamación de los pequeños vasos sanguíneos (vasa vasorum) que irrigan a la aorta torácica, con lo que produce insuficiencia de la válvula aórtica, aneurisma de la aorta u oclusión del inicio de las coronarias. Cualquier de las tres pueden llevar a la muerte. En el sistema nervioso la consecuencia más frecuente era en las neuronas dorsales de la médula espinal, que son las que llevan la información sensitiva, por lo que el paciente pierde la propiocepción, es decir, de la posición del cuerpo en el espacio. Se conoce como tabes dorsalis y los pacientes tienen un caminar muy particular, porque al bajar la pierna lo hacen muy lentamente, ya que pierden la sensación de donde está el piso.

Se ha culpado por años a Colón y sus marineros de haber llevado la sífilis a Europa, debido a que en el siglo XVI y XVII hubo una epidemia importante de esa enfermedad en el viejo continente. Sin embargo, un trabajo reciente de un grupo francés, publicado en el Journal of Infectious Diseases, analizó huesos humanos que fueron rescatados de la capilla de San Vicente en Roquevaire en el Sur de Francia. Se trata de huesos que datan del siglo VII y VIII de la era cristiana. Uno de los sujetos estudiados tenía lesiones óseas compatibles con sífilis y mediante diversas técnicas inmunológicas y con secuenciación de DNA, demostraron que se trataba de sífilis, así como la presencia del DNA de Treponema pallidum.

Los hallazgos anteriores son contundentes. Generan evidencia clara de la presencia de sífilis en Francia desde el siglo VII, lo que demuestra que la sífilis ya existía en Europa de mucho tiempo atrás. Colón y sus gentes quedan exonerados de la acusación de haber llevado la sífilis de a Europa.

Dr. Gerardo Gamba

Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán e

Instituto de Investigaciones Biomédicas, UNAM

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