Aunque no tuvimos grandes sorpresas, la pasarela de las candidatas y el candidato dieron una idea del ánimo que los banqueros tienen sobre las posiciones de cada uno de ellos. Más interesante que los discursos formales resultaron algunas entrevistas. En el caso de Claudia Sheinbaum declaró que ella, de ganar la elección, se propone dar un impulso especial a las energías renovables, posición que contrasta con la del presidente López Obrador sostenida durante el sexenio que está por terminar.
Interesante también resultó que abordara el tema por demás escabroso de PEMEX, respecto de lo que dijo que la principal empresa del estado planea llevar a cabo una renegociación de su deuda para darle viabilidad en el mediano y largo plazo e inclusive comentó que la petrolera, como otras empresas público-privadas internacionales podría también desarrollarse en temas de energías renovables. Esto sí que sería novedoso.
La deuda de la empresa es de cerca de 163 mil millones de pesos y su reestructuración se hace indispensable. En este tema quien tendría un papel protagónico sería Rogelio Ramírez de la O a quien, de quedar Claudia como presidenta, le pediría continuara en su gobierno, por lo menos en la primera parte de su gestión. Veremos si, de ganar Sheinbaum, Ramirez de la O acepta porque el reto no está nada fácil
Y en cuanto a las intervenciones de cada candidata y el candidato, pero sobre todo la presencia del Presidente López Obrador, resultó muy conveniente para él ya que los banqueros se han mostrado felices con el trato que les ha dado, de suerte que en este sexenio los bancos han obtenido utilidades históricas. Tan sólo el año pasado, obtuvieron 273 mil 314 millones de pesos 15% superiores a las obtenidas en el año 2022 y durante los últimos cinco años la banca acumuló 958,702 millones de pesos, utilidades sin precedente en años anteriores.
La candidata del oficialismo les dio a conocer que su gobierno, de ganar en las próximas elecciones, va a trabajar a través de 13 polos que llamó del Bienestar, dentro de los que sobresalen el energético, de infraestructura, y el de electro- movilidad y logística.
Xóchitl Gálvez, hizo duras críticas al gobierno actual y prometió a los banqueros trabajar de cara a la sociedad, con total respeto a la constitución, impulsar una política para lograr una reducción significativa de la pobreza y, sobre todo, aplicar una estrategia de seguridad que reduzca la violencia y permita a los ciudadanos vivir sin miedo. Resaltó los pésimos resultados en el tema que dejará el gobierno de la 4T, cuya fallida política de “Abrazos no Balazos” ha ocasionado 184 mil 500 homicidios dolosos, en lo que va del sexenio, la cifra más alta, dijo, en los últimos 18 años. También se comprometió a impulsar la educación, otro aspecto olvidado, así como la salud que ha dejado en la calle a cerca de 20 millones de mexicanos sin acceso a servicios de salud. Se propone, dijo también, favorecer realmente al nearshoring con las facilidades que las nuevas empresas requieren en temas de energía, seguridad, agua y verdadero estado de derecho, con la finalidad de atraer nuevas inversiones que favorezcan la creación de empleos de calidad, y dijo que un apartado especial de su gobierno, se referirá al apoyo a las PYMES.
Álvarez Máynez en una postura bastante atrevida se mostró contra todo tipo de prohibicionismo y punitivismo, en favor de regular el uso de la mariguana y otras drogas y también criticó duramente la actual política de seguridad y la falta de apoyo al medio ambiente. La suya fue una intervención bastante ligera y con un ánimo de ganar la simpatía de los jóvenes.
Sin duda algo que llamó la atención fueron los aplausos al Presidente López Obrador que recibió un reconocimiento de los banqueros por no haberles cambiado las reglas. Recordemos el lío que se armó cuando al inicio del sexenio, el senador Ricardo Monreal quiso proponer una regulación a las comisiones que cobran los bancos y tuvo que dar marcha atrás por la presión de los hombres del dinero.
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