Opinión

Datos iniciales sobre vacunas para las nuevas variantes

Una de las preguntas que me hacen con frecuencia es cuándo van a venir vacunas que incluyan las secuencias de la proteína espiga de la variante ómicron del SARS-CoV-2. La respuesta ha sido, supongo que sí, pero no es tan fácil, ni tan veloz. Es interesante lo rápido que nos acostumbramos los seres humanos a los desarrollos tecnológicos. Al final del 2020 la gente estaba tan sorprendida de la velocidad con la que se hicieron las vacunas, que muchos dudaron de su calidad, porque se les hizo demasiado rápido, aunque para algunos de ellos, la creación del mundo en 7 días les pareció aceptable. En contraste, no han pasado ni dos años y a muchos les intriga por qué no tenemos todavía nuevas versiones de vacunas ya listas para ser administradas.

La semana pasada vimos una de las primeras publicaciones que van hacia esas nuevas versiones de las vacunas y se ven muy prometedoras. En el New England Journal of Medicine, el estudio de la nueva versión de la vacuna de Moderna que incluye la secuencia del virus original de Wuhan, junto con la de la variante ómicron BA.1. Se trata de un estudio fase 2/3, que está en proceso, en el que se compara la utilización de 50 μg de la vacuna original, contra una combinación de 25 μg de la original (mRNA-1273), con 25 μg de la nueva vacuna (mRNA1273.214). DOI: 10.1056/NEJMoa2208343

El estudio comparó el efecto de ambas vacunas como cuarta dosis, es decir, como el segundo refuerzo, en sujetos que habían recibido el primer refuerzo (tercera dosis de mRNA1273) al menos 118 días antes de recibir el segundo. Lo que analiza el trabajo es la seguridad y la inmunogenicidad de la vacuna, es decir, la inducción de formación de anticuerpos. La efectividad todavía es temprana para analizarla y el estudio continúa para esos efectos. Seguramente veremos un resultado en algunos meses que esperemos sea positivo.

Por lo pronto, los resultados son muy alentadores porque la generación de anticuerpos neutralizantes contra la versión original del SARS-CoV-2 fue similar (5977 vs. 5649 en mRNA1273.214 y mRNA1273, respectivamente), mientras que para la variante BA.1 de ómicron fue de 40 % mayor en el grupo de la nueva vacuna mRNA1273.214 (2372 vs. 1473). También se observaron mejores niveles de anticuerpos contra otras versiones de ómicron como las BA.4 y BA.5, así como para otras versiones del virus, como las alfa, beta, gama y delta. La seguridad fue similar, ya que las reacciones adversas a la vacuna como dolor en el sitio de punción, malestar general o fiebre fueron parecidas en ambos grupos. Es muy temprano el estudio para saber si la tasa de infecciones por ómicron será diferente entre los grupos, pero el proyecto continúa y ya lo sabremos en los próximos meses.

El estudio muestra lo que era de esperarse. Si se agrega la secuencia de la proteína espiga de ómicron a la vacuna inicial, los anticuerpos que se generan contra esta variante serán mejores. Esto hace suponer que quizá para el próximo año podamos tener vacunas con la secuencia de ómicron que muestren superioridad como refuerzo y se empiece a utilizar entonces. Por supuesto, falta ver los resultados de efectividad. Por el momento, sin embargo, con tres vacunas la población sigue estando bien protegida para evitar las formas graves de la enfermedad. El COVID en nuestro medio continúa a la baja.

Dr. Gerardo Gamba

Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán e

Instituto de Investigaciones Biomédicas, UNAM

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