Opinión

Educación: cambio total

La nueva reforma de la educación básica es una aberración, un desatino, un despropósito; pero, a pesar de sus defectos garrafales, no hay duda que el presidente de la república tratará de imponerla por la vía autoritaria.

Las consecuencias serán catastróficas para el país. Producirá el hundimiento definitivo de una educación que arrastra muchas deficiencias históricas y tendrá efectos funestos para el desarrollo nacional; además, de que todos los actores educativos (incluyendo ahora a los habitantes de las comunidades) se verán sometidos a una vorágine incomprensible de nuevas actividades. Hay razones para este pesimismo. He aquí algunas.

1. El proyecto SEP no es serio: se hizo a las prisas, a la carrera, improvisando; se elaboró a espaldas de los maestros, que no han sido informados y consultados como era necesario (se traicionó a AMLO quien declaró que cualquier cambio en educación se haría de común acuerdo con los docentes)

2. Su contenido no se sustenta en una experiencia educativa previa, su base es exclusivamente doctrinaria

3. Su finalidad es política, no educativa; pretende apoyar al actual gobierno populista: a) traslada el poder educativo del orden público (la escuela) al orden privado (la comunidad); b) define sus objetivos en términos políticos: “emancipar al hombre”, “prepararlo para transformar al mundo”, etc.; c) rehúsa formar ciudadanos para la democracia institucional; d) pretende estimular a la acción política a grupos sociales agraviados por múltiples causas: no reconocimiento a su identidad, atropello a sus derechos, condición de subordinación, etc.

4. Fragmenta el sistema educativo: desaparece como sistema nacional y se atomiza en miles de escuelas-comunidades.

5. Acaba con la educación nacional moderna, tal y como la conocemos; se le suplanta por una educación comunitaria que prioriza no el conocimiento elaborado sino la cultura popular. La educación básica no se orientará a la solución de los problemas de la nación.

6. Se niega a dotar a los alumnos con habilidades intelectuales y sociales básicas que le permitan incorporarse posteriormente al trabajo productivo.

7. Atropella numerosos preceptos constitucionales: el laicismo, el carácter nacional de la educación, el fundamento científico de la misma, etc.

8. Pretende cambiar las subjetividades, la conciencia, no le interesa cambiar el mundo objetivo cómo sería promover el desarrollo económico de las comunidades pobres.

9. Quiere imponer una pedagogía irracionalista que niega el valor de la razón y al razonamiento lógico-racional. La acción –el activismo—desplaza al conocimiento.

10. Promueve el relativismo cognitivo: afirma que todo conocimiento, sea científico o sea mágico, es válido, “ninguna forma de conocimiento tiene privilegios”.

11. Promueve el relativismo moral: se niega a educar en base a una moral universal: cada alumno es libre de adoptar sus propias reglas de conducta. Valores universales como la honestidad, la justicia o la fraternidad están ausentes de los planes de estudio.

12. Exalta a las creencias y tradiciones comunitarias y los coloca por encima del conocimiento escolar.

13. Realza la diversidad de la población, pero rechaza formar en los alumnos una identidad nacional. En el currículum no hay lugar para la Historia Nacional sólo para las historias diversas de las comunidades.

14. Se habla de democracia, pero no como democracia política institucional, sino como democracia participativa, directa, autogestiva, que se practica en la escuela y la comunidad.

15. Se propone una práctica educativa pragmática, utilitaria, con base en proyectos comunitarios. Su idea obsesiva es aplicar los conocimientos escolares a la realidad de la comunidad.

16. No concede valor al conocimiento por sí mismo, aunque sabemos es crucial para la formación de la cultura y del carácter de cada individuo.

17. Rechaza el individualismo, el mérito personal del alumno, exalta la colectividad.

18. Transfiere a la familia (a las madres) tareas pedagógicas que necesariamente alterarán las rutinas del hogar. Textualmente dice la SEP: “es relevante que las familias participen en las relaciones pedagógicas”.

19. Se elimina la jerarquía que gozaba el docente frente a los alumnos: la reforma propone que el alumno pueda actuar también como maestro y a la inversa, que el maestro se convierta en alumno.

20. El trabajo docente cambia por completo, al mismo tiempo, se multiplicarán sus obligaciones: trabajará de forma autónoma para reorganizar el currículum y para adaptarlo a la realidad de su comunidad; debe asimismo estudiar los problemas y necesidades de la comunidad y hacer, en total libertad, una planeación pedagógica pertinente, deberá además negociar un pacto con cada una de las familias de sus alumnos a fin de comprometerlas en la tarea educativa.

21. El nuevo plan de estudios exigirá, además, que el maestro ofrezca a cada alumno una educación personalizada, algo que imposible de lograr cuando cada maestro tiene aproximadamente en promedio 25 alumnos.

22. La reforma es total, como dice el documento marco, se propone: “la transformación de los principios filosóficos, culturales, éticos y sociales de la educación básica, en todos sus niveles y modalidades”.

23. Finalmente, para llevarse a la práctica esta reforma tiene que enfrentar desafíos insuperables: convencer a los maestros de su viabilidad, explicarles en qué consiste la nueva forma de educar, informar a los padres de familia y ganar su aprobación para llevarla a cabo; consultar a todos los municipios del país y a sus comunidades para obtener su aprobación, asegurar la protección policiaca o militar para alumnos y maestros cuando salgan a trabajar con la comunidad en regiones con alta violencia; superar las carencias de más de 125 mil escuelas pobres, multigrado, que en muchos casos están en manos de profesores que no han recibido un adecuado entrenamiento pedagógico. 

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