Opinión

Empresarios en la política

Pienso que nadie en su sano juicio estaría en contra de que llegara a la presidencia de México una mujer u hombre que sean empresarios. Sobre todo si aparte de tener una carrera política exitosa sus empresas fueron fruto de un trabajo esforzado y honesto y más aún si se tratara de un caso donde, a pesar de haber nacido en un ambiente de pobreza, se logra vencer todos los obstáculos para llegar a terminar una carrera universitaria y abrirse camino dentro de un ambiente de mercado competitivo, fundar y desarrollar una empresa especializada en el tema que sea.

En los últimos días hemos presenciado un hecho sin precedente en nuestro país. El presidente López Obrador desde su púlpito mañanero y sin el menor respeto a la ley electoral vigente, aunque diga que la acatará bajo protesta, insulta todos los días a sus adversarios políticos, sobre todo ahora que vivimos tiempos preelectorales adelantados. Notamos un presidente muy preocupado, a partir del surgimiento de la senadora Xóchitl Gálvez, como fuerte aspirante a la candidatura presidencial del 2024, apoyada por un frente amplio opositor a quien las encuestas colocan 40 puntos arriba de sus más cercanos compañeros, aspirantes también a la candidatura por el Frente. Sus constantes críticas y alusiones de mal gusto la han hecho crecer como figura pública, esto en buena medida ha ido sucediendo cuando el presidente le negó un derecho de réplica ordenado por un juez y no le permitió el acceso a Palacio Nacional. López Obrador olvida que él mismo adquirió gran popularidad a causa de las críticas malintencionadas que como presidente, Vicente Fox le lanzaba para lograr su desafuero cuando fue jefe de gobierno.

Viene a la memoria aquella frase de que “el hombre es el único animal que comete dos veces el mismo error”, este presidente tan experimentado en ámbito político, está repitiendo el error de Fox, clave en el incremento de su popularidad. Independientemente de ello, el haber exhibido supuestos contratos celebrados por empresas de Xóchitl con el sector privado y en menor medida con el gobierno, aparte de constituir un delito fiscal al hacer públicos contratos entre particulares, este proceder del presidente, utilizando todo su poder para llevar a cabo acciones fuera de la ley, trae a colación la pregunta de si es válido que un empresario aspire a ser candidato presidencial, sobre todo si sus empresas han operado dentro del marco legal sin antecedentes de corrupción, pagando sus impuestos y generando valor dentro de la economía.

Sin duda para un criterio con sentido común, es más valioso un candidato que ha sido honesto y exitoso en el mundo empresarial y que por lo mismo tiene suficientes recursos y capital bien ganado para ejercer un cargo tan importante en donde, por desgracia, famosos políticos que llegaron a la presidencia salieron millonarios por los negocios realizados durante su administración y además nunca trabajaron sino que siempre vivieron del erario, sea a través de las prerrogativas a los partidos políticos o a base de corruptelas.

Es preferible una candidata o candidato que por su propio esfuerzo consigue sobresalir en la lucha política y nadie puede negar ese mérito indiscutible de Xóchitl como creadora de empresas que siempre contribuyeron al desarrollo del país, cumpliendo con sus obligaciones fiscales y generando empleos de calidad y bien pagados. Por ello su pre candidatura ha despertado gran interés a lo largo y ancho del país, al constituir una verdadera novedad en el mundo tan desprestigiado de la política.

Amigo lector, lo invito a escuchar los temas que se tratan en esta columna todos los viernes por la Nueva Radio de la Ciudad de México 105.3 FM, en el programa que conduce diariamente Hannia Novell a las 5 de la tarde.

@fer_martinezg

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