Opinión

No entienden, que no entienden

Si algo quedó claro en la última elección presidencial es que la ciudadanía tocó su punto más alto en cuanto al hartazgo de una clase política desconectada de sus necesidades. Una clase política frívola, adepta al privilegio y, encima, arrogante e indiferente ante la desigualdad. En este proceso electoral han regresado a la vida pública varios personajes que no les quedó claro el mensaje: no saben que no saben, no entienden que no entienden.

Uno de los casos más emblemáticos para la Ciudad de México es el de Carlos Orvañanos Rea, ex alcalde de Cuajimalpa de Morelos que hoy busca volver a gobernar la alcaldía. Este tipo de políticos juegan a presentarse como si ya no los reconocieran: se “venden” con piel de oveja como si su paso como gobernantes fuera digno de encomio o premio internacional.

Vámonos con los datos duros. Recordemos que Orvañanos dejó la alcaldía como la número once, de dieciséis, en materia de inseguridad pública; mientras que hoy, Cuajimalpa es una de las alcaldías más seguras del país, como se puede cotejar en los delitos de alto impacto por cada cien mil habitantes. El mismo contraste se aprecia cuando se compara la inversión en la demarcación. El ejemplo más claro y contundente es en cuanto a las patrullas y elementos de la policía: Orvañanos dejó la alcaldía con apenas cuatro -sí, leyó bien- ¡cuatro! patrullas; mientras que en el último informe de gobierno de la alcaldía Cuajimalpa destacan más de cuatrocientas patrullas. Lo mismo ocurre con los elementos de seguridad: el hoy candidato de la oposición dejó la entonces delegación Cuajimalpa con apenas 80 policías mientras que el último informe de gobierno de la alcaldía al Congreso local, señala que hoy se cuentan con cerca de mil elementos.

Lo preocupante no es esta insuficiencia, por no decir ineficiencia gubernamental de Orvañanos Rea y su equipo, sino también la ligereza con la que gobernaba. Quienes vivieron de cerca su gobierno me aseguran que como delegado, era más fácil encontrarlo en la discoteca Joy de plaza Antara, que en una reunión de trabajo con los vecinos de San Lorenzo Acopilco por problemas de agua. Un “servidor público” que, al verse rebasado políticamente por personas que sí trabajaron territorio, decidió probar suerte en Quintana Roo como operador electoral, siendo derrotado en todas las campañas en las que participó y que, al verse nuevamente derrotado, regresó a la CDMX.

Esos políticos que hoy intentan regresar después de haberle entregado paupérrimas cuentas a sus gobernados deberían, por lo menos, hacer ejercicio de autocrítica.

Por cierto:

1. ATENCIÓN. Este miércoles desde las 08:30 horas, transportistas cerrarán las autopistas del Estado de México hacia la CDMX. El presidente de la Ruta 42, Víctor Manuel Ruiz, explicó que se manifestarán por la falta de seguridad que vive este gremio desde hace meses.

2. HOUDINI. Fabián Solís Vieyra, El Cachorro, uno de los líderes de la Ronda 88, una de las principales bandas generadoras de violencia en CDMX escapó de un operativo llevado a cabo en el Reclusorio Sur. El gobierno capitalino asegura que el juez que lo liberó tendría algo que ver. De hecho, el jefe de Gobierno, Martí Batres, reveló que presentará una denuncia ante la Fiscalía General de la República en contra del juez Roberto Omar Paredes Grostieta, por el delito en contra de la administración de la justicia cometido por servidores públicos.

3. HUMO. Integrantes de la asociación civil Pro-Vapeo se manifestaron frente a la Cámara de Diputados para exigirle a nuestros legisladores la regulación del vapeo en México. En un país de libertades, ya vamos tarde, ¿no?

Vivo la noticia, para contarle la historia 

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