Opinión

Frida Forever

En otro asunto… con todo y sonarme y resonarme en la cabeza la conocida sentencia de Borges: La muerte es una vida vivida. La vida es una muerte que viene, apenas y tardíamente me encontraba digiriendo el prematuro fin de ANDRA (perrita pitbuliana con historia tragediosa ya contada en este espacio y que gracias a Javier y Rosario Todd tuvo a su final hogar amoroso), cuando comenzó a circular fuertemente la noticia… esta vez lamentablemente cierta… del (esperado) fallecimiento de FRIDA, Oficial Canina de la Marina que cambio para siempre, en nuestro México, la percepción de los llamados “perros de servicio”, visualizándolos y con ello logrando que se entendiera y apreciara en lo que vale su indispensable labor, así como la de sus manejadores. El caso particular de FRIDA destapó especialmente durante el temblor del 2017 pese a que ya era conocida, incluso internacionalmente, al haber tenido intervenciones exitosas en zonas de desastre, detectando personas vivas o sus cuerpos. Su puntual ladrido o su señal aprendida significaron la salvación de alguien y/o el consuelo de deudos al dar con los cadáveres, en esa doble función para la que esta rescatista fue debidamente adiestrada. No me detendré a relatar el Cv de la inolvidable FRIDA por ser ampliamente conocido y además recordado ayer en tooodos los medios de comunicación donde la noticia de su partida ocupó lugar preponderante, como la celebridad que fue. Su imagen característica portando lentes protectores, botitas azules y chaleco de la Institución, ocupó las primeras planas de casi toda la prensa nutriéndose con ello mi extrema sensibilidad, alimentada además por la emoción que se dejó sentir en los comentarios de las redes sociales reconociéndola y agradeciéndole su existencia. Llamó mi atención la petición, a la que me sumo, de guardarle un minuto de silencio ahora que sus cenizas sean depositadas donde se le levantó recientemente una escultura, fecha en la que todavía se le vio bien y hasta pasadita de peso con todo y que había trascendido que padecía una neoplasia maligna, lo que me hace suponer que fue eutanizada para evitarle sufrimiento inútil. En fin, que haya sido como haya sido esa GRANDE DE MÉXICO terminó su misión, pero se quedará para siempre en los corazones de las generaciones que la entendimos como símbolo de esperanza y reconocido activo de la Marina, dado lo cual…

Frida

Frida

Aprovéchese la ocasión para en su memoria instituir plena seguridad a todos y cada uno de los perros y equinos al servicio de la Nación, elementos que incluso a cualquier nivel de gobierno deberán ser considerados legalmente “personal no humano en activo” y posteriormente en retiro, así tal cual, con la mira de mantenerlos al final de su vida laboral en refugios camperos donde puedan terminar sus días digna y tranquilamente con cargo a una bien ganada jubilación, misma que tendrá que contemplarse en cada presupuesto anual, que por cierto y a investigación de Lucía Hernández-@YoAmoaLaCiencia, en la SEMAR se les disminuyó alarmantemente para este 2022.

Me pregunto de qué fuerza política surgirá LA INICIATIVA para que estos seres, aún sin el carisma y la popularidad de FRIDA, cuenten con protección, atención y bienestar desde su primer día de servicio y hasta su último suspiro. Si es factible a nivel constitucional. ¡Sí señor! Y es que sólo de saberse que el Ejercito reproduce 300 perros por año y a saber cuántos caballos, así como la Montada los suyos en CDMX, da escalofrío su futuro. 

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