Opinión

Guillotina mediática

Desde Palacio Nacional el presidente dispara escopetazos en contra de las figuras de oposición que le pudieran causar sobresaltos a sus corcholatas que, está visto, no pueden defenderse solas.

En los últimos días su blanco preferido ha sido Xóchitl Gálvez. López Obrador ya ordenó a su equipo escarbarle hasta encontrar algo que le duela Xóchitl. Si la instrucción es legal o no es legal, es algo que no les quita el sueño.

El presidente Andrés Manuel López Obrador en su conferencia mañanera desde Palacio Nacional

El presidente Andrés Manuel López Obrador en su conferencia mañanera desde Palacio Nacional

Cuartoscuro

Como ella no se queda callada, ya dijo que el presidente desconoce el trabajo honesto porque vive de los sobres amarillos que le llevan sus compinches. Una controversia cada vez más densa y peligrosa.

Lo que se quiere dejar establecido es que el opositor que levante la cabeza será, de manera automática, candidato a la guillotina mediática. Es por ahí.

Un equipo desconcertado

Dicen los que saben que el desconcierto se expande al interior del equipo de campaña de Adán Augusto López, que ha cambiado de estrategias y de mando. No queda claro qué pasará mañana, o incluso si habrá un mañana.

El tabasqueño, y quienes dicen ayudarlo, tienen malos reflejos y no le entienden a eso del control de daños. El desbarajuste comenzó, según esta versión, con el primer obús lanzado desde la vocería de la Presidencia. No es fácil defenderse del fuego amigo.

Y es que nadie imaginó que el ex secretario de Gobernación haría gala, en la contienda interna de Morena, de que es un hombre acaudalado, olvidando el discurso de pobreza franciscana del presidente López Obrador quien llegó a decir que tener más de un par de zapatos es frívolo.

Lo que se quiere evitar es que el tabasqueño tire el tablero y diga que ya no juega. Se dice en corto que lo que está detrás de la inconformidad es que Adán Augusto perdió el control de la sucesión en Tabasco. ¿Será ese el motivo de fondo?

Patricia Mercado no va

Por unos días se perfiló la posibilidad de que en las elecciones del 2024 tres mujeres compitieran por la presidencia, a saber Claudia Sheinbaum, Xóchitl Gálvez y Patricia Mercado, asegurando que una mujer condujera los destinos del país el próximo sexenio, pero no.

Patricia Mercado, senadora por MC, se bajó de la contienda y dijo que buscará una nueva posición en el Congreso.

De inmediato circuló la versión de que Mercado abre así, dentro de Movimiento Ciudadano, un espacio que podría ser llenado por Xóchitl Gálvez.

Ellas han trabajado juntas en la Cámara Alta y la versión es que no se ven como rivales, sino como aliadas en un mismo proyecto político.

Lo cierto es que la lista de opciones de MC se achica y por lo mismo ya se maneja el nombre de Ivonne Ortega, que ya fue gobernadora de Yucatán, para ampliar el abanico de posibilidades.

MC pide respuesta contundente

Entre los actores políticos, incluidos personajes de Morena, se consolida la percepción de que la toma de Chilpancingo por parte de miles de personas, que forman la base social del grupo criminal de los Ardillos es un punto de quiebre que marca un antes y un después.

¿Qué sigue? Si un grupo criminal que no está entre los más poderosos del país puede tomar una ciudad y retirarse con banderas desplegadas, sin ningún detenido, qué puede pasar después en un clima de efervescencia política como el que ya se siente en el país.

La fracción de MC en el Senado exigió que el Estado mexicano responda de manera más contundente al crimen organizado y que no siga el repliegue del gobierno ante la acometida criminal.

La demanda es cumplir la ley, nada más pero nada menos. ¿Por qué les resulta tan difícil?

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