¡Sí hay buenas noticias!

Dos lecturas llamaron mi atención sobre el agotamiento emocional de los lectores de noticias. Primero, un “post” que recibí en un chat, en el cual venía una lista de cosas buenas ocurridas en el mundo y los comentarios de mis amigos -todos ellos gente preparada, pensante y buenos ciudadanos-, expresando cuánto extrañan ver buenas noticias sobre nuestro país.

La segunda lectura fue el artículo publicado ayer por el doctor José Woldenberg, en El Universal, con el cual uno acaba de deprimirse.

Debo de confesar que una buena parte de la tarea de un columnista, o por lo menos así la he entiendo yo, es señalar las fallas de la administración pública, los actores políticos, la sociedad o los capitales. No es ser negativista, es poner señales de alarma.

No obstante, uno también se cansa. Así que para hoy me propuse publicar buenas noticias y, por lo mismo, descarté salud, pobreza, educación y seguridad. He seguido esos temas y no dan ni un rayito de esperanza en el corto plazo; vamos, ni el mediano. Sin embargo, el país sigue caminando, así que algo bueno he de encontrar.

Busco noticias sobre el campo. Hay pocas y malas, como que en 2022, solo seis por ciento de los productores obtuvieron un crédito (INEGI). Aquí parece que hay… No, es un portal agropecuario de Chile… Ahora sí, una buena noticia sobre la agricultura mexicana, aunque no sea muy reciente: “Durante los primeros cinco meses del año, las exportaciones agroalimentarias del país crecieron 4.48 por ciento. (…) La balanza agropecuaria y pesquera presentó un superávit por mil 200 millones de dólares, mientras que el saldo de la balanza agroindustrial fue positivo en tres mil 59 millones de dólares, de acuerdo con cifras del Banco de México” (Agronoticias, 19/07/2023).

Ahora pasemos al sector industrial. Úchale, la misma historia. Miren nada más: “Los inversionistas mexicanos continuaron llevando su capital productivo fuera de México y ampliaron la salida que inició en octubre del año pasado, revela información de Banco de México” (El Economista, 28/08/2023).

No se desesperen, amigos, sigo buscando… ¡Bingo! Esta sí que es buena: “La empresa Woodside Energy extraerá petróleo en un campo frente a las costas de Tamaulipas (…) La inversión será superior a los 10 mil millones de dólares en aguas profundas del Golfo de México y será un atractivo para proveedores locales” (Milenio, 1/09/2023).

Otro hit: Farmacéutica Abbot instalará una planta en Querétaro con una inversión de 150 millones de dólares para producir dispositivos cardiovasculares.

Aquí vamos con el sector de comercio y servicios. Luego, luego aparece una información favorable: “El sector comercio, servicios y turismo prevé crecer 4.6 por ciento al cierre del 2023, esto es, duplicará el comportamiento de la economía mexicana, estimada en 2.0 por ciento,” según datos de Concanaco-Servytur. (El Economista, 7/09/2023).

Toca el turno a tecnología y creo que el panorama va a ser sombrío. “Por cada millón de habitantes solo se crean nueve patentes,” dice Milenio. Y peor que se va a poner en 2024: “Se ha recortado el presupuesto de ciencia y desarrollo en tres cuartas partes, por lo cual el 1.20 por ciento de inversión en tecnología, bajará a 0.40 por ciento,” señaló el Comité Mexicano de Informática (Milenio 28/09/2023). De las becas para posgrados en ciencia y tecnología mejor ni busco…

Al fin, un acontecimiento más que propicio: “México recibe centros de datos para impulsar la digitalización de las PyMES. Vultr y Oracle instalaron su infraestructura en CDMX y Monterrey, con el objetivo de ayudar a los procesos digitales de las compañías que sostienten la economía del país” (Expansión, 3/10/23).

Medio ambiente… Otro sector difícil, pero hay un indicio positivo. Estados como Guanajuato, Nayarit, San Luis Potosí y Quintana Roo están implementando políticas de turismo sustentable, como el uso de plantas residuales, páneles solares y manuales de sustentabilidad (El Economista, 4/09/2023). Alguna buena noticia nos tendría que dar Guanajuato, caray.

La siguiente información va gustar a todos: un papel de baño que, a base de nanotecnología, evita los olores desagradables; de paso, reduce el uso de aromatizantes. Muy pronto a la venta en México.

No fue fácil encontrar información para la entrega de este día. Si se fijan, algunas notas tienen semanas de haber salido a la luz y no hay nada más reciente. Las políticas públicas o los apoyos gubernamentales al desarrollo brillan por su ausencia.

Pero no me desanimo del todo. Ningún gobierno es para siempre.

A través de sucesivas generaciones, los mexicanos que a diario sostenemos a este país sí somos para siempre.

Colaboró: Upa Ruiz uparuiz@hotmail.com

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