La paciente de alrededor de 40 años bajó a rayos X para hacerle un estudio en el que queríamos saber si había mejorado el biloma que se le había producido posterior a una cirugía de vías biliares. Un biloma es una colección de líquido biliar, con frecuencia encapsulada, que resulta de la fuga de bilis en alguno de los segmentos de los conductos biliares.
Yo era el residente de tercer año encargado del sector de internamiento. El estudio se realizó sin problema y se observó que la colección había reducido. Sin embargo, en menos de una hora de que la paciente regresó, desarrolló el choque séptico más feroz y rápido que había yo visto en mi entonces, aún corta experiencia profesional. La temperatura subió a 40 grados y en menos de 15 minutos la presión arterial había caído considerablemente. 80/50 dijo la enfermera después de la toma inicial. Era un cuadro de colangitis (infección de las vías biliares), muy grave, que había detonado la producción de un choque circulatorio.
Por ese tiempo fue que se descubrió finalmente que el entonces llamado factor de relajación endotelial era un gas. El óxido nítrico. Este se produce en el organismo al oxidar el aminoácido arginina a citrulina, por acción de la enzima que se llama sintasa de óxido nítrico, para la cual existen tres genes. El I, conocido como neuronal, porque fue de neuronas de donde fue identificado; el II, conocido como inducible, porque se clonó de macrófagos después del estímulo apropiado y el III, llamado endotelial, porque fue clonado a partir del endotelio de los vasos sanguíneos.
El óxido nítrico es un gas que atraviesa libremente las membranas celulares. Como fantasmas atravesando las paredes. Tiene múltiples funciones de las cuales, una muy importante es que produce vasodilatación. Es decir, relaja los vasos sanguíneos con lo cual la presión arterial disminuye. Los nitratos producen vasodilatación porque son donadores de óxido nítrico. Cuando un paciente tiene angina de pecho, una pastilla de nitratos debajo de la lengua le reduce el dolor, porque al producir vasodilatación, disminuye la llegada de sangre al corazón y con esto el trabajo cardiaco, con lo cual la isquemia se reduce y, por lo tanto, el dolor disminuye.
Los macrófagos son células del sistema inmune que, como parte de la respuesta inflamatoria, cuando son estimulados por los lipopolisacáridos de las bacterias, activan la producción de la sintasa II, la inducible. Cuando el estímulo es de gran magnitud, la producción masiva de sintasa y por ende de óxido nítrico, resulta en choque circulatorio, porque el sistema vascular está tan dilatado que no hay manera de sostener la presión arterial. Es una condición grave, difícil de tratar y que resulta con frecuencia en la muerte.
Cuando la paciente empezó con fiebre, indiqué la administración de dosis altas de esteroides para mitigar la producción de un choque séptico, el cual sin embargo, se instaló. Estuvo muy grave por una semana y como no había lugar en la terapia intensiva, la tuve que manejar en el sector hospitalario. Fue una semana muy intensa, con desvelo continuo y mucho estrés, al final de la cual, por fin logró salir del choque.
Además del gusto de que la paciente mejoró, una inesperada recompensa la recibieron y me la trajeron mis papás meses después. Fueron a Cancún a una convención de seguros y en un desayuno les tocó sentarse en una mesa con una pareja que no conocían. Cuando mi papá se presentó como el Ingeniero Héctor Gamba, la paciente le dijo.- No me diga, el Dr. Gamba de Nutrición me salvó la vida. ¿Es usted algo de él?
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