Opinión

La individualidad, el tesoro de la vida

Empiezo por aclarar que el significado de la individualidad es algo totalmente diferente al hecho de ser egoísta, pues lo segundo implica hacer, ser, o decir todo, con la única finalidad de obtener beneficio propio a costa de cualquier precio.

En cambio, la individualidad se refiere a la realización personal del individuo como parte indisoluble de la sociedad en la que habita. De tal suerte que la primera regla de la individualidad es no dañar a otras personas, puesto que son individuos, como uno mismo.

El ejercicio de la individualidad pasa por el auto-descubrimiento, la auto-aceptación y la voluntad de auto-desarrollo. Una vez que se ha transitado por estos estados de conciencia, se llega a la comprensión de que nosotros somos nuestras obras, acciones, pensamientos, ilusiones, aspiraciones, etc. Que en nuestra vida debemos luchar por prosperar y avanzar en todos los aspectos, y que lograrlo depende de la atención que depositemos en nuestra toma de decisiones para que estas sean asertivas, de tal suerte que podamos prosperar simultáneamente en todo lo que deseamos para nuestra vida.

En lo que a mí concierne, practico la individualidad en mi trabajo cotidiano, el cual consiste en entrenar a mi mente y actuar como yo considero mejor para mi persona. Me gustaría transmitir mi valía personal a través de mi conducta cotidiana, mis hábitos, mis pensamientos, la organización de mi vida y la creatividad en mi trabajo.

En realidad siento que me he convertido en mi propio maestro, con la finalidad de tratar de ser un mejor ser humano.

Reconozco que cuando me expreso de cualquier forma, ya sea hablando, cantando, bailando, escribiendo, lo hago sintiendo y viviendo la vida con gran intensidad. Siento que soy lo que soy siempre. Todo lo que he aprendido me ha ayudado a revalorarme como persona.

Quiero poner todo el conocimiento que tengo al servicio de mi felicidad actual, ello implica cuidar de mi salud y belleza en la medida de mis posibilidades, pues considero que estos dos factores influyen en la psique

del ser humano para mantener en alto nuestra auto-estima. Pero sobretodo, quiero aplicar en mi vida cotidiana todo lo que sé, he aprendido, e intuyo de la vida misma. Asimismo, deseo emplear mis capacidades en hacer todo lo que de bien pueda. Ser persistente en la obtención de mis logros es una de mis características. No deseo jamás ser pusilánime, ni claudicar ante los grandes retos, sin haber siquiera intentado alcanzarlos.

Confieso ahora que no sé cómo he hecho libros, pues no tengo formación académica, soy autodidacta. No pretendo ser una erudita escribiendo ni esclavizarme por ello. No quiero ser un genio convirtiendo mi vida privada en una ruina.

Tengo el convencimiento de que primero hay que estar bien con uno mismo y con todo lo que nos rodea. Yo he recorrido mi camino interior por mí misma. No he requerido muletas para sostenerme, sino sólo la razón y el entendimiento, sustentado en la gran aspiración que tengo, de ser sostenida por Dios mismo.

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