Opinión

Los intereses políticos de la cúpula empresarial

Concluidos los procesos electorales de Coahuila y el Estado de México, los partidos agrupados en Va por México anunciaron que, en los próximos días, darían a conocer el proceso que seguirán para la selección del candidato presidencial para 2024. En este mismo sentido, grupos de la sociedad civil organizada, entre ellos el Frente Cívico Nacional, anunciaron la celebración de elecciones primarias para la definición de quien habrá de abanderar a la ciudadanía opositora. Hasta el momento, cuando menos dos docenas de personajes han manifestado su interés en ser considerados como aspirantes. En los últimos días, una de las aspirantes más fuertes a la candidatura de la oposición al gobierno de la Ciudad de México, Xóchitl Gálvez, ha sumado su nombre a esta lista.

Xóchitl Gálvez Ruiz, senador panista,

Xóchitl Gálvez Ruiz, senador panista,

Cuartoscuro

Xóchitl Gálvez cuenta con méritos de sobra para enfrentar un reto como el de la candidatura presidencial de una alianza opositora. Es una política construida en la superación personal y la lucha por hacerse de un lugar en el escenario de la política nacional. Su valor, tenacidad, inteligencia y congruencia le han servido para que su nombre haga sentido a muchos ciudadanos inconformes con el gobierno y su partido que siguen sin encontrar quién los represente. Sin embargo, a partir de lo que algunos periodistas han señalado desde hace meses, es necesario reflexionar sobre los intereses que podrían estar detrás de una candidatura como esta y que le restarían cualquier atisbo de independencia y carácter ciudadano.

El 5 de marzo, Claudio Ochoa, columnista de El Universal y conductor de Latinus, señaló que distintos personajes de los mundos intelectual y empresarial empezaban a mencionar a Xóchitl como un perfil que bien podría encabezar a la oposición en 2024. En aquel momento, Xóchitl señaló estar sorprendida por la mención y manifestó que esto no era algo que estuviera en sus planes. “Me muero de risa”, señaló Gálvez, de acuerdo con Claudio Ochoa. Algunas semanas más tarde, el 23 de abril, el propio Ochoa relató en su columna que Marcelo Ebrard había participado en una cena organizada por un grupo de empresarios encabezados por Claudio X. González Laporte, quienes le habrían ofrecido al entonces canciller su apoyo para ser candidato de la oposición y enfrentar en las elecciones presidenciales a Claudia Sheinbaum. “En estos momentos me ayudan estando lejos, no necesito dinero ni espacios”, dijo Ebrard, de acuerdo con Ochoa.

El 16 de junio Darío Célis, de El Heraldo, publicó que hace un par de meses González Laporte, uno de los líderes morales del Consejo Mexicano de Negocios, invitó a una reunión a Xóchitl. Ahí le dijo que ella debería de ser la candidata presidencial opositora. En palabras de Célis, Claudio X. González Guajardo, hijo del jerarca empresarial, fundador de Sí por México y uno de los principales promotores de la coalición Va por México, se ha convertido en el principal impulsor de esta idea y así se lo ha hecho saber a Marko Cortés, presidente del PAN, quien no ve mal la idea con tal de que Gálvez deje el camino libre a Santiago Taboada como candidato a la Ciudad de México.

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Lo anterior no son suposiciones, sino filtraciones que en su momento fueron publicadas por dos periodistas serios y respetados. De ser ciertas, valdría la pena preguntarse: ¿qué tan legítimamente ciudadana sería una candidatura que ha sido construida desde la cúpula empresarial? ¿Qué tan independientes en sus decisiones están siendo los líderes de Va por México? ¿Cómo una candidatura de esta naturaleza fortalecería el discurso obradorista de que la oposición está al servicio de intereses económicos del más alto nivel? ¿Se puede confiar en quienes pretender apoyar lo mismo a Marcelo que a Xóchitl?

Si desde la oposición se desea construir una candidatura con verdadera legitimidad ciudadana, ello debe de hacerse sin acuerdos cupulares. En 2018 ganó un candidato que anunció su lucha para combatir el matrimonio entre el poder político y los empresarios. Pareciera que queremos reeditar uno de los motivos que hoy nos tienen donde estamos.

Profesor de la UNAM y consultor político

Twitter: @JoaquinNarro

Correo electrónico: joaquin.narro@gmail.com