Opinión

La inútil pelea con la DEA

Casi cada vez que hay una reunión sobre seguridad entre funcionarios estadounidenses y mexicanos, a la DEA le da por “contextualizar” el problema. El presidente López Obrador se mostró entre sorprendido y bastante molesto con las declaraciones de la directora de la DEA, Ann Milgram, en el sentido de que el cártel de Sinaloa y el cártel Jalisco Nueva Generación tendrían una membresía de 40 mil personas trabajando en 100 países.

La declaración de Milgram prácticamente coincidió con la reunión sostenida la semana pasada por AMLO con la asesora de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Elizabeth Sherwood-Randall. “Y no hubo ninguna información al respecto,” se quejó AMLO, al tiempo que exigió a la DEA aclarar de dónde sacó tales cifras y por qué no las había compartido con el gobierno mexicano. Curiosa reclamación porque justo de lo que se queja Milgram es de que nuestro gobierno no le comparte información sobre los cárteles, particularmente sobre las cifras reales de las incautaciones.

No sé si la DEA hizo bien o no las cuentas de la membresía, pero hay amplias explicaciones que Milgram ha dado en audiencias con el Congreso de EUA y en conferencias de prensa. Cosa de que el presidente lea las noticias.

Además de contar con infiltrados en ambos cárteles, la DEA conformó tres equipos de investigación para llegar a lo que llama “la última milla” de la cadena de suministro: operación, venta de droga y manejos financieros por parte de los cárteles mexicanos. La nueva estrategia de la DEA le ha dado buenos resultados, pues logró la detención en EUA de tres mil 400 delincuentes asociados a ambos cárteles, además de alrededor de 30 arrestos en otros países.

Los cárteles mexicanos son un hueso duro de roer, en particular el cártel de Sinaloa (CS), como puede apreciarse en el artículo “Gobernanza de los mercados ilegales y grupos del crimen organizado: el estudio del cártel de Sinaloa”, difundido por Insight Crime.

Los autores son dos expertos en criminología de la Universidad de Montreal Valentín Pereda y David Décary-Hétu, quienes destacan que a diferencia de otros cárteles, el de Sinaloa ha tenido una alta resiliencia a lo largo del tiempo. A pesar de que su líder histórico, Joaquín “El Chapo” Guzmán, así como uno de sus sucesores, Ovidio Guzmán, se encuentren en la cárcel, el CS no se ha fragmentado.

Según el estudio, la resiliencia del CS está basada en eficaces tácticas de gobernanza en cuatro ámbitos: la gobernanza “judicial”, referida ésta a que el CS apuesta por reglas claras en los acuerdos con sus socios, antes que la violencia; la gobernanza financiera indica que recaudan adecuadamente los dineros y prestan ayuda económica a sus socios; la gobernanza política, mediante la que el cártel ha “establecido un sistema de corrupción relativamente estable” que le permite intervenir en la política local y en las elecciones; y la gobernanza regulatoria o la imposición de límites hacia ciertas conductas que afectan el negocio.

En síntesis, como cualquier corporativo, el CS busca ser un socio confiable dentro y fuera del país.

Ahora bien, mientras la DEA o SEDENA le cuentan al presidente dónde opera el CS, él podría echar un ojo a distintos portale, como INFOBAE; a mí me llamaron la atención dos notas:

1. El pasado día 22 fue extraditada de Guatemala a EUA la empresaria Ana Gabriela Rubio Zea, una joven de 33 años acusada de mantener relaciones con dos empresas chinas para suministrar precursores químicos al CS.

2. Un video que un miembro del CS mandó a Othman el Ballouti, quien en Europa lidera una importante banda dedicada al tráfico de cocaína. En el video, dado a conocer por un periodista neerlandés, el narco mexicano le recuerda a El Ballouti que le debe dinero. “Enséñelo (este video) a quien usted quiera. Ahí en Europa hay mucha gente de Sinaloa y dígale que ‘esta persona me está cobrando’. Y esas personas le van a decir quién soy yo.”

Como se puede ver, doña Rosa Icela, de nada sirve que el gobierno mexicano le esté jugando las contras al gobierno de EUA. Con todo lo difíciles que son los gringos, ellos no son el enemigo; el verdadero enemigo son los cárteles que nos han hecho perder mucho dinero, muchas vidas y mucha libertad.

Piénselo, no hay peor pérdida de soberanía que territorios completos de suelo mexicano bajo el control de los narcos.

Colaboró: Upa Ruiz uparuiz@hotmail.com

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