Opinión

Poder Judicial y oposición Q.E.P. D.

De lo ocurrido en las últimas horas, lo que mejor ilustra lo que viene para el país, es el comportamiento del Congreso de Oaxaca. En una reunión extraordinaria, al filo de la tres de la mañana, votó a favor por unanimidad la Reforma Judicial. No leyeron el texto, no lo comentaron, se limitaron a levantar la mano. Me refiero a legisladores de todos los partidos, incluso los que se asumen como oposición.

Congreso de Oaxaca, el primero del país en avalar la reforma federal al Poder Judicial

Congreso de Oaxaca, el primero del país en avalar la reforma federal al Poder Judicial

Rasgo sobresaliente de los tiempos que vivimos es que se considere una cualidad encomiable pasar las iniciativas sin cambiarles ni una coma, es más, aprobarlas sin leerlas, limitarse a obedecer. Oaxaca se ganó la estrellita de ser el primer estado en pasar la reforma, muchos otros seguirán su ejemplo. La competencia ahora es hacerlo en el menor tiempo posible, una carrera contra reloj. Diez minutos y a otra cosa.

La sumisión ante el poder hegemónico es un virus que se esparce por el país. Ya hay claros signos de contagio entre políticos de todos los partidos, empresarios de todos los tamaños y periodistas. El Ejecutivo ya tiene a los otros dos poderes, el Legislativo y el Judicial en su organigrama. Tres en uno. Ha logrado transmitir un mensaje que genera escalofrío. Hay de dos sopas: la alineación o el ostracismo

Hubo un tiempo, no hace mucho, en el que Martí Batres era el que forcejeaba con los granaderos, que entonces sí existían. Les lanzaba piedras y mentadas, que también duelen. Ahora está del otro lado del escritorio. Él ordena a los granaderos contener a los jóvenes inconformes. Lo más surrealista es que ya los granaderos no existen, fueron sustituidos por un grupo que se comporta igual, se viste igual y tiene las mismas tareas, pero con un nombre, digamos, más amable.

Cualquier lector ingenuo podría pensar que Martí Batres y un personaje como Miguel Ángel Yunes, hablo del padre, estarían ubicados en las antípodas del quehacer político, pero no. El debate sobre la Reforma Judicial los hermanó, quién lo diría. Sobre Yunes pesan acusaciones gravísimas, muchas de ellas publicitadas en los medios por analistas afines a Morena que le han lanzado epítetos de todos los calibres. A la hora buena, los morenistas, en uno de los momentos más sombríos de su historia, recibieron a Yunes con una ovación de pie, como un paladín de la patria, hasta escribirlo resulta complicado. La periodista Lydia Cacho reseñará, lo está haciendo ya, el historial del nuevo mejor amigo de la 4T. No se borran todas las averiguaciones previas, solo se guardan en el archivo muerto.

Glifos

Taylor Swift se describe a sí misma como una mujer con gatos y sin hijos. Así firmó su mensaje en redes sociales en el que anunció que votará por la demócrata Kamala Harris en la elección presidencial de noviembre en Estados Unidos. Yo agregaría a su perfil que es una mujer valiente. Su definición pública le atraerá problemas y enemigos gratuitos. De hecho, Trump ya la amenazó con que tendrá que pagar un precio. “Kamala lucha por derechos y causas en las que creo que necesitan una guerrera que las defiendan”, dijo Taylor que es la cantante pop más exitosa de la historia. Ha cosechado docenas de premios y cientos de millones de dólares.

A pesar de eso no está al margen de lo que ocurre en su país y decidió tomar el riego de ser parte de la contienda. En el anuncio de su preferencia política, Taylor posó con un gato de raza ragdoll al que le puso el nombre de Benjamin Button, como esa película protagonizada por Brad Pitt sobre un hombre que nace viejo y con el paso del tiempo se va haciendo joven. Además de todo, Taylor tiene buen ojo cinematográfico.

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