Con la novedad de que el Mayo Zambada y Genaro García Luna son vecinos. Ambos están recluidos en la misma prisión: el Centro Correccional Metropolitano de Brooklyn. ¿De qué platicarán cuando se encuentran en las áreas comunes?
Allá mandaron a Zambada después de que en un gesto de humor negro se declarara inocente de los cargos que le imputan. “No culpable”, dijo sin que le ganara la risa. Por su parte, Genaro, el ex hombre fuerte del sexenio de Felipe Calderón, está a la espera de que le dicten sentencia después de que un juez lo declarara culpable.
De seguro, nostálgicos como son los señores de la tercera edad, recordarán tiempos mejores, tiempos previos al fentanilo cuando podían darse vuelo sin que nadie lo molestara. Por lo menos García Luna hacía como que no podía localizar al Mayo en un juego de simulaciones que tan caro le ha salido al país. García Luna le presumía a todos los que lo visitaban sus modernos artilugios para encontrar una aguja. en un pajar; siempre y cuando, claro, existiera la voluntad política de encontrar esa aguja.
El Mayo fue un líder criminal discreto, digamos que no perseguía actrices de telenovela por todo el país como El Chapo o Arturo Beltrán Leyva, pero no era, no podía ser, un fantasma. Era el CEO de una organización multinacional. Tenía que hacer al día docenas de llamadas con sus socios del otro lado del Pacífico y del Atlántico, ordenar compras, traslados, depósitos, ejecuciones, sobornos. Sobre todo eso, ordenar muchos sobornos para que lo dejaran trabajar. No lo atraparon o lo eliminaron antes porque no quisieron, faltó, lo adivinó usted, voluntad política.
El gobierno de Estados Unidos finalmente se decidió a ir por él porque se conjugaron dos factores: la matanza ocasionada por el fentanilo, con las imágenes de gringos zombis deambulando por las calles de Filadelfia, Nueva York, San Francisco, Los Ángeles, lo que estremeció a la opinión pública de los Estados Unidos. El segundo factor fue el hecho de que hubiera una campaña presidencial en ese país. El gobierno de EU se decidió a terminar la carrera del Mayo porque supone que le da ventaja electoral. Vino por él, dicen que con engaños y ya lo tienen en una prisión de Nueva York donde pernocta al lado de García Luna que está preso porque no quiso ocultar su riqueza. Se sintió intocable y no lo era.
La ofensiva de EU contra traficantes de fentanilo no cesa. Ya Kamala Harris, que en muy poco tiempo de transformó una opción real para llegar a la Casa Blanca, dijo que irá tras los líderes del Cartel de Sinaloa por envenenar a sus jóvenes. Kamala fue fiscal de California y esa experiencia le sirve para presumir que sabe qué hacer con los maleantes sinaloenses y los políticos que les brindan protección. ¿Usted cree que cumplirá?
El gobierno de EU tiene una enorme responsabilidad en el fortalecimiento de los carteles mexicanos, comenzando porque les permite acceso a armas de alto poder a precio de mayoreo. Sin los fusiles de asalto que consiguen en las armerías ubicadas a la largo de frontera entre EU y México, los carteles no podrían desafiar a los cuerpos de seguridad del Estado mexicano. En segundo lugar, está el manejo del dinero sucio, tanto el que se infiltra sin mayor problema en los circuitos financieros gringos, como el que se lava a través de empresas ubicadas en ambos lados de la frontera.
Ya lo he dicho, pero hay que repetirlo para cerrar el texto. El motor del negocio del narco es el apetito insaciable de drogas de los norteamericanos. Pasará la elección y nombres como el Mayo, Chapo y los Chapitos saldrán de los diarios, pero muy pronto serán sustituidos por otros nombres y apodos que se encargarán de llevar drogas del otro lado de la frontera. Así es el mercado.
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