Opinión

Layda, voto de castigo

El conflicto entre el gobierno de Campeche y la policía estatal ha dado lugar a varias marchas de protesta, cada una más grande que la anterior, al grado de que el asunto de los policías quedó rebasado. Se protesta por la gestión en general de la gobernadora. Dicen allá que no se habían visto protestas tan numerosas en el estado.

Tal parece que es cierto aquello de que Layda Sansores genera consenso, pero en contra. El asunto ya prendió los focos amarillos en las oficinas de Morena porque en sus gritos los manifestantes llaman a un voto de castigo en las elecciones de junio para la 4T, lo que ya es otra cosa.

De ahí que, se comenta, los principales interesados en que haya diálogo y pueda terminar el conflicto son los propios morenistas del estado que no quieren que la terquedad de Sansores les genere castigo en las urnas.

El exitoso programa DACA fue resultado de un fracaso. Ante el rechazo del Congreso de EU de votar a favor de un programa de legalización de la estancia de jóvenes que llegaron al país siendo niños, la administración de Barak Obama puso en marcha, a través de acciones ejecutivas que no requerían pasar por el Congreso, a mediados del 2012, un Programa de Acción Diferida para que esos jóvenes se pudieran quedar y buscar, llegado el momento, un trabajo.

DACA contempló un total de 800 mil jóvenes, la inmensa mayoría de origen mexicano, a quienes se conoció en su momento como “dreamers”. El programa ha sido un éxito y ha permitido a miles de jóvenes incorporarse a la sociedad norteamericana de manera productiva y cooperar con el desarrollo de ese país.

Las cifras no mienten. Más del 94 por ciento tiene un empleo legal. El 30 por ciento ya compró su primera casa y casi el 70 por ciento tiene auto y, además, a pesar de su corta edad, muchos de ellos son el principal sostén de sus familias. La moraleja es que una política pública bien diseña hace realidad los sueños.

Tal parece que los magistrados del TEPJF son aficionados al futbol porque han dado un trato especialmente amable al gobernador de Morelos, Cuauhtémoc Blanco, que protagoniza una irregularidad sancionable. Es al mismo tiempo gobernador y candidato a diputado plurinominal de Morena.

El Tribunal detectó el delito y pidió que Blanco se decidiera, pero no crea que le planteó un ultimátum, nada de eso. Le dio 12 largos días para que lo piense con calma y tome una decisión sin apuros.

Lo que se dice en Morelos es que Blanco busca la protección del fuero, pero no quiere correr el riesgo de que el gobernador interino que tome su lugar no lo proteja con eficacia.

Si no ve claro puede replicar el ejemplo de Samuel García en NL y tirar la nominación para seguir siendo gobernador. La diferencia es que a García todavía le quedan varios años en el gobierno y Blanco tiene que entregar el mando el último día de septiembre.

El gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, volvió a la carga y dijo que lo que necesita el MC es sacudirse a los vividores. No lo dijo como alguien de afuera, sino como alguien que sigue formando parte de esa fuerza política.

En entrevista con El País denunció que los personajes que manejan la comunicación política del partido lo secuestraron. Sin embargo, señala que siempre estará agradecido por las oportunidades que MC le brindó en su carrera política.

Desde su óptica el partido está atrapado en la banalidad y eso, según se ve, no le augura nada bueno. Una vez que concluya su mandato Alfaro se va de la política y quieren conservar la memoria de lo bueno que hizo, que no es menor.

Copyright © 2024 La Crónica de Hoy .

Cosas que pasan...
OpiniónPor: Fernando HuacuzMarch 25, 2024
Simpatía y antipatía
OpiniónPor: Omar VillalobosMarch 21, 2024
¿Qué no es el derecho administrativo global?
OpiniónPor: Mario Camarillo CortésMarch 22, 2024

Lo más relevante en México