BúsquedaPues con la novedad de que Marcelo Ebrard le toma la palabra al presidente López Obrador y ayer por la tarde renunció al cargo de secretario de Relaciones Exteriores para dedicarse de lleno a su pre-candidatura por la Presidencia.
La renuncia tendría varias interpretaciones, no necesariamente excluyentes. Primera, que Ebrard (MEC) estaría dispuesto a jugar la pre-contienda con las reglas dictadas por que el jefe máximo. Aun cuando no se quiso tomar la foto con los gobernadores guindas y los otros tres contendientes durante la cena de unidad morenista del lunes pasado, al final del día apuesta su resto.
Otra interpretación a la renuncia sería que MEC busca meter presión a la precandidata que goza de los favores de AMLO, Claudia Sheinbaum, quien habría dicho que “hay que respetar los tiempos” de MORENA para la designación del candidato guinda. Hay que “tener paciencia” y “no comer ansias”, le reiteró la semana pasada a su más cercano contendiente. De hecho, Sheinbaum afirmó que dejaría el gobierno de la CDMX si se ubica arriba en las encuestas; o sea, quiere ir a la segura. Lo cierto es que la única salvaguarda a la vista eran las elecciones del Edomex y Coahuila.
En principio, la designación del candidato morenista ocurriría a mediados de noviembre, aunque el método estaaba por definirse. Pero todo indica que la unidad partidista está en riesgo, ante los evidentes favoritismos del inquilino de Palacio Nacional hacia doña Claudia. Las tensiones, además de la lucha por el poder, se ven incrementadas por un hecho:
En 2012 y pese a estar bien posicionado, Ebrard declinó su candidatura a la Presidencia a favor de AMLO. Ahí quedó una deuda a saldar. Hay muchas versiones sobre las razones que llevaron a MEC a ceder el paso, entre ellas, las filtraciones sobre los manejos de los recursos para la construcción de la Línea 12 del Metro.
Llama la atención que el presidente haya solicitado a los pre-precandidatos firmar una carta-compromiso de que permanecerán en el partido, gane quien gane la postulación. Dicha carta deberá estar formalizada antes de que se determine el método de selección (¿Qué estará pensando Movimiento Ciudadano…?).
Hasta ahora se ha hablado de encuestas y los propios estatutos de MORENA las señalan como un camino viable. Al respecto, el pasado diciembre Ebrard propuso que la encuesta tuviera una muestra de 20 mil a 30 mil personas, además de la renuncia a los cargos que ostentan los aspirantes; así que la idea no fue originalmente de López Obrador. La respuesta dada por usted, don Mario, fue realizar dos rondas de encuestas, una en agosto o septiembre y otra en octubre o noviembre.
Como es evidente, la pugna sucesoria no da espacio para seguir posponiendo las decisiones, aunque sean parciales. Así que para el próximo domingo ha sido convocado el Consejo Nacional de MORENA, a fin de discutir y aprobar la convocatoria para el proceso interno de selección y las renuncias deberán ser presentadas muy pronto.
Hasta ahora y según distintas casas encuestadoras, Sheinbaum aventaja con alrededor de 10-12 puntos a Ebrard en cuanto a preferencia para ser designada, aunque este último califica mejor en su desempeño como funcionario. Así pues, la diferencia podría ser remontable ya dedicándose de lleno a la precampaña y sin el freno que le impone seguir las indicaciones y limitaciones presidenciales como canciller.
Quedan ahora varias preguntas por responder.
1. ¿Qué va a decir el INE sobre estas precampañas? Tengo entendido, pero igual me equivoco, que la única manera de que no sean consideradas actos anticipados es que la participación se circunscriba a los morenistas y puedan categorizarse como elecciones internas o primarias. Complicado hacer encuestas solo a morenistas sin caer en sesgos a favor de uno u otro precandidato, además de que estarían obviando a votante indeciso.
2. ¿De dónde van a salir los recursos para las pre-campañas? Aun cuando pudieran categorizarse como elecciones internas, ¿van a rendir cuentas al INE?
3. ¿Quiénes suplirán a Marcelo y a Claudia en sus cargos? Los asuntos no son menores, siendo que AMLO no se interesa por las relaciones exteriores y que, si la situación se descompone en la CDMX, eso iría en detrimento de la doctora Sheinbaum, tanto en su pre-campaña como en la eventual campaña oficial.
4. ¿De verdad van a renunciar también Adán Augusto López y Ricardo Monreal, a pesar de tener tan pocas probabilidades? Lo dudo. Don Adán le hace falta al presidente como operador interno; don Ricardo parece que ya tiene su plan B. Estimo que más vale concentrar los votos en dos aspirantes en vez de dispersarlos en cuatro, pero con la tenebra lopezobradorista nunca se sabe…
5. ¿Cómo la van a jugar los gobernadores morenistas? Esto sí que va a ser una sacudida al tablero político.
Y mientras todo esto ocurre y los morenistas acaparan la atención, la alianza opositora sigue en babia.
Suerte para ustedes, don Mario, pero de eso me ocuparé mañana.
Colaboró: Upa Ruiz uparuiz@hotmail.com
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