Las mañaneras de la verdad

Una movida inteligente la de su candidata, Xóchitl Gálvez, al lanzar su conferencias de prensa: las mañaneras de la verdad. Es una forma de competir con más elementos por conquistar la agenda mediática y el discurso alternativo en este período de inter-campañas.

Vi el primer ejercicio a través de YouTube. Se aprecia una producción limpia, con un buen “timing” y un formato amigable; me refiero a que los primeros minutos los dedica la candidata a plantear el tema de su interés, apoyada por diapositivas, para después dar paso a las preguntas sobre diversos temas planteados por los periodistas ahí presentes. Además fue breve y eso ya es ganancia.

En cuanto a la candidata, se proyectó suelta (¡y sin teleprompter!), con un buen pliego mental sobre cada tema abordado, con lo cual evita las digresiones y el choro mareador. Se le vio menos sonriente, a cambio de firmeza en sus comentarios.

Más importante todavía fue el tema que escogió para inaugurar sus conferencias, al exponer las dos grandes falacias de este gobierno: “La mentira histórica es que ellos no mienten. La segunda mentira mas grande es que México está mejor que nunca; he recorrido el país y me encuentro con abandono y violencia. Y su corcholata lo repite.”

Con lo anterior dio paso a una severa acusación: “La verdad es que López Obrador traicionó a México. Traicionó a los mexicanos que confiaron en él. A las madres buscadoras de Sonora, a los productores de aguacate y limón de Michoacán, a los niños de Guerrero que se tienen que armar, a las familias que pagan derecho de piso, a los periodistas asesinados,” así como a políticos de diversos partidos ultimados recientemente.

Para contrastarse con las 130 mil mentiras, medias verdades o dichos no comprobables del inquilino de Palacio Nacional (Spin Taller de Comunicación Política), Gálvez prometió: “Siempre les daré (en las conferencias) un dato verificado”. Y se soltó exponiendo el total de homicidios de las dos pasadas administraciones, para compararlos con los de la 4T. Los datos son oficiales e irrefutables.

La candidata fue cuestionada sobre temas muy interesantes, como la militarización, sobre la cual ella se manifestó en contra. Expuso sus razones: “Necesitamos a los militares en la seguridad nacional. Estuve en Acapulco y no vi e Plan DN-III como antes, porque los militares están bacheando carreteras, en las aduanas, entregando medicinas… El Ejército no está para eso. Yo quiero dignificar a los militares, porque me duele ver como los sacan a escobazos de los poblados.” Idea interesante, falta que el Ejército y la Marina suelten los nuevos cotos de poder y de recursos que se les han conferido.

Por hoy me centraré en el cuestionamiento sobre la participación de la sociedad civil organizada (SCO). La crítica fue que en las listas de candidatos a los diversos puestos de elección popular, brillan por su ausencia representantes de la sociedad.

“En un gobierno de coalición, la participacón ciudadana es clave,” respondió. “El pretexto de los dirigentes es que esos ciudadanos no tienen números en las encuestas; pues no, porque no han participado en la política. (…) Los partidos tendrán que darse cuenta” de que tienen que abrir los espacios. ¡Vaya jalada de orejas para Alito Moreno y Marko Cortés!

Pero es realista, como ella misma se ha definido: “No es la facultad de la candidata hacer las listas. Si me las dan, yo hago otras. Esa decisión la toman los consejeros y los militantes, y yo respeto su derecho.” Supongo que, en caso de ganar, la composición de su gabinete obedecería a otra lógica… por lo menos en parte.

Para serte sincero, Enrique, algunos sugieren que Xóchitl se deshaga de los partidos que la postularon. Es un buen deseo, pero poco práctico, lamentablemente.

Nuestro sistema político está basado en el sistema de partidos como mecanismo para acceder al poder, lo cual es bastante común en el mundo democrático. La diferencia es que en Europa, por ejemplo, las candiaturas independientes funcionan; en México no han dado resultados. Parecería una contradicción: al electorado mexicano no le gustan los partidos, pero no se toma en serio a aspirantes independientes.

Otra razón para permanecer con los partidos es que en una campaña se necesita una estructura aceitada y con experiencia para promover al candidato. Muy difícil que la SCO pueda llevar a cabo tal tarea en condiciones de competitividad, máxime en una eleccion de Estado como la que vivimos.

Así las cosas, lo lógico sería que el espacio de participación de la SCO se diera en el establecimiento de prioridades, la conformación de la agenda y las propuestas de solución. Es decir, en el compromiso con la agenda ciudadana.

Aquí es donde usted puede influir.

Ojalá que así sea.

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