Opinión

Aquí sí... ¡Métanse todos!

Animalidades

Animalidades

El sensocentrismo es un término que habrá de cobrar cada día mayor auge

en la vida cotidiana. Se trata, por ahora, de un criterio ético que sostiene la necesidad de otorgar consideración moral a todos los seres que en mayor o menor grado demuestren capacidad de padecer sufrimiento, dolor, angustia, miedo y/o de sentir placer, calor, frío, hambre, etc., dado lo cual, es que se entienda en toda su insistencia y magnitud la lucha por lograr para la elefanta africana ELY (habitante del Zoológico San Juan de Aragón-CDMX) una mejor calidad de vida, partiendo de que el cautiverio, muy especialmente para los elefantes y por mejor que sea, es su muerte en vida… es sostenerlos bajo el límite nato de la supervivencia. Sin embargo, llama mi atención que por sobre todo lo anterior esta vez, además de quererla ver en un santuario especializado, el activismo esté solicitando a la Suprema Corte de Justicia de la Nación que reconozca a la hermosa criatura como persona no humana… como ser sintiente capaz para tener Derechos, de conformidad a su especie. Sería un paso monumental que cambiaría para siempre el concepto y trato… o más bien mal trato hacia el resto de los otros animales en México. ¡Que así sea!

En otro tema, les cuento que hoy tenía planeado ocupar el espacio con un tema que para quienes me conocen saben que de siempre lo traigo entre ceja, oreja y madreselva. Me refiero al caso de los “paseadores” o más bien jaloneadores de perros que, según, ahora en la capital mexicana (donde abundan) supuestamente serán capacitados, certificados y… ¿vigilados?, pero…

He aquí que me distrajo por completo un sangrante comunicado emitido el pasado 17 de junio por la Asociación de Zoológicos, Criaderos y Acuarios de la República Mexicana ( AZCARM) al que de inicio no quise hacerle caso debido al evidente conflicto de interés que presenta su presidente (Ernesto Zazueta) con la SeMARNat y ProFePA, las autoridades competentes para dar respuesta al problema denunciado por tal vía, peeeero, hube de terminar atendiéndolo debido a que habiendo montado un campamento en Comalcalco, Tabasco, la AC informa que incluso ampliado el rango, siguen muriendo en el sureste monos saraguatos/aulladores de forma extraña… más de 280 y contando, repito… aunque oficialmente dizque solamente a causa de la deshidratación provocada por el intenso calor que se ha dejado sentir, más de lo que hoy se duda como causa única y/o prevalente puesto que a decir de la organización referida y de miembros de otras asociaciones que han estado en esas zonas rojas, hay otras condiciones que han influido puesto que hay poblaciones de monos afectados que sí contaban con acceso al agua, pero que su hábitat, o sea sus árboles-hogares, ha sido devastado para dar paso al programa gubernamental Sembrando Vida, orgullo particular del presidente López Obrador y que por el consabido abuso humano ha venido a dar en la madre al ecosistema que sostiene la vida de esos delicados primates y de otras tantas criaturas entre aves, reptiles y pequeños mamíferos que asimismo han muerto en números extraordinarios. Y es que… pasan a talarse gigantes plenos de vida para “plantar” árboles frutales a cambio de dinerito, arruinando el ecosistema natural de las especies que esta vez han perdido masivamente la vida. El caso es que lo que parece un ecocidio a ojos públicos lo resume la AZCARM en que el caso está siendo minimizado con la pretensión de darle matarili. Que “las autoridades tienen mucha prisa por declarar el fin de una contingencia” (que todavía va para largo), y que tampoco “se ha querido reconocer que la agricultura y la ganadería promovidas por programas de gobierno han ido dejando a los monos con cada vez menos hábitat de calidad que les permitan soportar las inclemencias”. Que se trata de algo muy delicado como para solamente ir a tomar fotos y contabilizar muertes. Que es una “emergencia ecológica” que debe atenderse como lo que es: “consecuencia de la implementación de políticas públicas no acordes con la preservación de los ecosistemas”. Que en este sexenio se han desmantelado las capacidades de las instituciones hasta convertirlas en entes inoperantes (coincido) y que si la degradación de los hábitats continua, la extinción de especies podría crecer aún mas y de forma acelerada. Que sólo es el comienzo. ¡Ay nanita!

P.D. Gracias mil a Francisco Báez y a José Antonio Dávila por todas las gentilezas para con mi persona y mi tema. Que la vida les sea merecedoramente generosa ahora en el retiro.

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