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Desde el inicio de la 4T era más que claro que Notimex no tenía manera de sobrevivir, así que no es de extrañar que desde Palacio Nacional se anunciara su extinción el pasado viernes.
Notimex empezó esta administración con el pie izquierdo, con el particular estilo de Sanjuana Martínez para dirigir la agencia. Podrá ser muy cercana a ciertas mujeres de la 4T, pero su trayectoria está salpicada de historias de conflictividad.
En su momento, Artículo 19, Aristegui Noticias y Signa Lab (mayo, 2020), además de la revista Proceso, documentaron los abusos de Martínez, que iban desde el maltrato laboral y despidos injustificados, hasta el uso faccioso de la agencia para fines personales. Muy grave fue la denuncia sobre la orden de doña Sanjuana de crear un chat denominado “The Avengers N”, con el propósito de denostar en redes sociales a otros periodistas incluso afines al presidente, además de funcionarios del gobierno que no eran de su simpatía.
Así fue como los trabajadores de Notimex llegaron a la huelga y todo indica que Martínez nunca tuvo la intención de resolver el conclicto, pues no acudió a las las sesiones del Consejo de Notimex o enviaba a subalternos sin capacidad de resolución. Escudaba sus decisiones en la corrupción del sindicato; efectivamente, el anterior dirigente sindical era de dudosa reputación, pero los trabajadores tomaron cartas en el asunto al elegir democráticamente a una nueva líder.
Ahora bien, el presidente afirma que no necesita “una agencia de noticias en el gobierno. (…) Tenemos la mañanera, aunque no les guste”. Discrepo de don Andrés. No es si nos gusta o no, es que la mañanera solo sirve a la posverdad que alimenta a las bases lopezobradoristas; se trata de un acto propagandístico, lleno de medias verdades y datos dudosos. Ergo, no es confiable como herramienta de información. Notimex sí era una fuente confiable y, por lo tanto, útil al Estado. Para ser más claro, le cuento algunos antecedentes de Notimex.
Desde la década de los 90s, Notimex proveía de información corroborada a un gran número de medios locales. Usted pensará que son periódicos y radiodifusoras pequeños y, por tanto, de poca importancia. Pues no. En el interior del país, buena parte de la población prefiere informarse a través de medios locales; qué mejor oportunidad de hacer llegar información gubernamental.
Ahora bien, aun cuando fuera información gubernamental, era reseñada con rigor periodístico, calidad en su redacción y fotografía. Cuando se daba una situación crítica en la administración en turno, el tema se trataba poco y con pinzas. Así fue como a pesar de ser gubernamental, Notimex conquistó la confianza de los medios y de los usuarios, no solo en el país, sino también en el exterior.
AMLO afirma que ya no es “la época de los boletines y de la prensa oficial y oficiosa”. Los boletines que don Andrés ve con desprecio, eran la forma en que se conocía del trabajo de toooodo el gabinete, así como de sus avances en las políticas públicas y programas a su cargo. Hoy en día, todo empieza y termina con el presidente; los secretarios, con claras excepciones, parecen fantasmas en términos de información.
Además, don Adán, un boletín se preparaba con acuciocidad y, sobre todo, con datos duros verificables. Estos boletines, pero sobre todo las muchas piezas informativas elaboradas por los reporteros de Notimex, era la sustancia con la que la agencia nutría a los medios locales y las agencias internacionales.
Aquí llegamos al segundo perjuicio con la extinción de Notimex.
México ha perdido un escaparate en donde se posicionaban los avances nacionales. No es poca cosa para la imagen de un país. En buen plan, don Adán, ¿usted cree que agencias como AFP, Reuters, EFE o Prensa Latina se van a soplar la mañanera? De entrada, es larguísima y luego al presidente le da por hacer disgresiones, lo cual las obligaría a expurgar qué parece relevante y, en su caso, que no sea una media verdad y que los datos duros sean los correctos.
Claro, todo esto puede resultar irrelevante para López Obrador, quien ha demostrado su poco aprecio por las relaciones internacionales.
En fin, don Adán, que Notimex se suma a la larga lista de instituciones y organizaciones que sí servían al Estado y que por una visión miope han sido destruidas por la 4T.
A ver quién sigue en la lista…
P.D. Para cuando usted haya leído estas estas líneas, seguramente el presidente ya habrá dado su versión (¿o posverdad?) sobre las denuncias en Cortes de EUA contra “Los chapitos” y sus cómplices en varios países, empezando por el nuestro. Mañana tocaremos el tema. Fuertes ventarrones se avecinan para el gabinete de seguridad…
Colaboró: Upa Ruiz uparuiz@hotmail.com
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