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Imagino que ayer hizo usted un entripado –espero no haya comido aguacate- al enterarse que la Suprema Corte de Justicia de la Nación autorizó al Instituto Nacional de Transparencia a sesionar con los cuatro comisionados en funciones, en virtud de que al Senado no se le ha dado la gana designar a los dos comisionados faltantes.
Sé que el INAI no es de sus instituciones favoritas. En abril pasado, cuando estuvo usted al frente de las mañaneras, afirmó que era “un instituto inoperante; basta con revisar el currículum de los comisionados, porque ha servido como botín político.” Que yo sepa, desde 2002 cuando se creó el INAI, ningún partido o actor político y ninguna organización social se había inconformado con su gestión. Eso empezó con la actual administración federal, misma que ha reducido en 24 por ciento el presupuesto del Instituto.
Para darle gusto a Palacio Nacional, MORENA tiene sus esbirros. Un par de semanas después de su crítica, don Adán, el diputado morenista Manuel Alejandro Robles presentó a la Comisión Permanente del Congreso una iniciativa para desaparecer el INAI, a fin de crear otro al estilo de la 4T. Adujo, entre otras razones, que el Instituto fue creado en la época neoliberal; se le olvidó o no sabe que la Constitución establece que el Estado tiene la obligación de garantizar el derecho a la información (Artículo 6º). Obviamente la propuesta no pasó.
Cuando el INAI interpuso una controversia constitucional demandando la designación de los comisionados faltantes, por malas artes del destino tocó a la ministra Loretta Ortiz preparar el proyecto de resolución y, como era de esperarse, fue en contra de la petición del INAI; ya sabe, ella es amiguita de Palacio Nacional. Para suerte de la legalidad y la democracia en este país, los ministros de la Corte rechazaron el proyecto, precisamente porque dejaba inoperante al INAI y, en consecuencia, no se daba cumplimiento al artículo constitucional arriba citado.
Y aquí estamos hoy, con que el INAI se revitaliza y se pone las pilas para desahogar las más de ocho mil solicitudes de información que tiene rezagadas.
El Instituto goza de la confianza ciudadana y para muestra están las 331 mil solicitudes que recibió e 2021 y las 303 mil ingresadas en 2022, según informa Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad (MvsCI).
Mire, don Adán, yo sé que a los morenistas no les gusta esto de que existan organismos fuera del control de su jefe, pero créame, hacen falta. Mire nada más que chulada de datos nos brinda la investigación de MvsCI, “El legado de transparencia de AMLO” (9/8/23).
De 12 mil 570 bases de datos con información gubernamental disponibles en la plataforma oficial datos.gob.mx, 71 por ciento NO han sido actualizadas en los últimos dos años.
Acuciosos que son los analistas de MvsCI, se dieron a la tarea de revisar “las plataformas individuales de 301 instituciones de la Administración Pública Federal; (luego) desarrollamos una metodología que evalúa la cantidad y calidad de los datos de las dependencias de la Administración a través de ocho componentes diferentes, a partir de los cuales se asigna a las dependencias una calificación general de 0 a 100 puntos. El puntaje promedio de todas las instituciones fue de 29.75 puntos.” Todas reprobadas… Vamos, ni de panzaso.
En otra investigación imperdible, MvsCI revela que la 4T sigue haciendo contrataciones directas en el 70 por ciento de los casos (20/7/23). No es que quiera uno andar de intrigoso, pero hay 145 empresas que, sin pasar por un concurso, se ganan los contatos; otras son recién creadas. Compranet, donde se alojan los datos a detalle de cada contratación, tiene un año de estar fallando. ¿Cómo la ve?
Dice el presidente que el INAI no ha combatido la corrupción… ¡Ah, caray! La función del INAI es transparentar la información del gobierno para los ciudadanos; el combate a la corrupción compete a la Secretaría de la Función Pública y a la Auditoría Superior de la Federación, las cuales deben denunciar ante la Fiscalía General de la República los casos donde haya indicios de malos manejos.
También dice su jefe Andrés que acatará la resolución de la SCJN sobre el INAI. ¿Acaso tiene de otra?
Solo una pequeñísima advertencia. Ahora que ya funcione el INAI y ordene al gobierno abrir expedientes sobre los manejos presupuestales de las megaobras, los programas sociales, el Fondo de Gastos Catastróficos para Salud, etc., etc., dígale al presidente que no empiece con su retahíla de vituperios contra la Corte y el Instituto. Recuérdele que vivimos en una república democrática, no en un imperio absolutista.
Ya para terminar, don Adán, cuéntenos: para usted ¿qué son la transparencia y la rendición de cuentas?
Colaboró: Upa Ruiz uparuiz@hotmail.com
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