Opinión

Pandemia y deporte

COVID EN CARNE PROPIA

Finalmente, “el bicho malo” (así le dice mi nieta), me alcanzó, esta semana di positivo al COVID- 19, y ahora he vivido en carne propia algunas de las cosas contadas por mis amigos quienes ya habían pasado por este trance tan incierto.

En realidad, no es sólo el hecho de saberse enfermo de una dolencia potencialmente mortal, también la incertidumbre de cómo podrá responder nuestro cuerpo ante la invasión de un virus en realidad impredecible en sus efectos finales.

Enfermedad y aislamiento, una combinación particularmente perversa en sus efectos individuales y sociales.

SOCIEDAD Y EVOLUCIÓN

Esto afecta a la familia y al tejido social por igual, somos seres sociales, nuestra civilización está construida sobre los cimientos de la cooperación, no podemos imaginar los avances actuales sin este potencial tan poderoso como para permitirnos alejarnos de nuestra herencia filogenética, de los instintos y vivir en un entorno donde hemos sido capaces de transformar la naturaleza, no siempre para bien, y depender de nuestra cultura y los bienes producidos por ella, más allá de la respuesta dictada por nuestros genes.

PANDEMIA Y MUERTE

Las estadísticas de enfermos y fallecidos, no pienso ni siquiera mencionarlas, hay muchas fuentes de las cuales abrevar para comprender la magnitud de esta desgracia moderna.

Ahora como nunca, entiendo el sufrimiento de quienes fueron diezmados en la edad media por la peste negra.

DEPORTE Y COVID

Por supuesto el deporte no ha sido ajeno al mismo efecto, al inicio de esta pandemia, estadios vacíos y personas con temor de asistir a los estadios o campos de competencia por el riesgo de contagio, deportistas con cubrebocas y medidas extremas para poder permitir se siga realizando la práctica deportiva profesional, que en realidad representa un espectáculo necesario para la emergencia masiva de emociones e impulsos, en otro espacio, imposibles de expresar.

Los resultados de los próximos Juegos Centroamericanos, Panamericanos y Olímpicos, deberán ser vistos en sus resultados, con el matiz de la inclusión del Covid-19 en el entrenamiento y la participación en competencias previas a estos importantes eventos, es difícil esperar se sigan superando récords ante la inevitable suspensión por meses, de las actividades deportivas en general.

José María Cagigal expresó dos grandes ideas sobre el deporte, el que hacen pocos y ven muchos al que llamó deporte espectáculo, y al que hacen muchos y ven pocos lo denominó deporte acción, Pues bien, las dos vertientes se han visto profundamente transformadas por el virus y sus consecuencias sociales.

DEPORTE Y FELICIDAD

Antonio Damasio, importante neurocientífico, señala como finalidad última de la vida el ser feliz, lo condensa en tres grandes líneas: sentirse bien, la alegría y la percepción de nosotros mismos.

Pocas actividades generadas por nuestra cultura nos acercan tanto como el deporte a los ejes señalados por Damasio, ya sea como espectador o como practicante, el deporte nos puede hacer sentir bien dar alegría y mejorar nuestra autopercepción de múltiples formas, por eso se ha convertido en el fenómeno sociocultural de nuestros tiempos y es necesario comprender, la gran importancia que es necesario darle al desarrollo y fomento de la actividad deportiva en todas sus variables, el gobierno y la iniciativa privada deben buscar en la práctica deportiva un instrumento con el potencial de revertir, en lo posible, los trastornos provocados por esta enfermedad.

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