Desde principios de la presente administración del Presidente Andrés Manuel López Obrador, se señaló a Petróleos Mexicanos, que lleva Octavio Oropeza, como empresa prioritaria, junto con la Comisión Federal de Electricidad, que lleva Manuel Bartlett. El gran objetivo de la petrolera, además de la construcción de la refinería Dos Bocas, estaba impulsando la producción de crudo a 2 millones de barriles diarios.
Hoy, la situación económica y financiera de Pemex dista mucho del objetivo, de tal manera que la agencia calificadora de riesgo crediticio Moody’s recortó calificación a “ca” desde “caa3” debido a las mayores necesidades de liquidez, un mayor costo de capital y elevados vencimientos de deuda que enfrentará en los siguientes 2 a 3 años.
El inicio en producción de Dos Bocas en lugar de ser un alivio para Pemex resulta una carga, porque representa mayores riesgos y elevar la producción conlleva inversiones millonarias en exploración.
Moody's agregó que el recorte también toma en cuenta que la falta de medidas de Pemex para reducir su exposición a riesgos ambientales, sociales y de gobierno corporativo (ESG, por sus siglas en inglés), ha conllevado a algunos bancos a limitar su exposición a la compañía.
De hecho, Moody's también bajó a B3 desde B1 la calificación de familia corporativa (CFR, por sus siglas en inglés) de Pemex, las calificaciones respaldadas senior quirografarias de las notas existentes de la compañía, así como las calificaciones respaldadas senior quirografarias de Pemex Project Funding Master Trust.
El porqué Pemex se mantiene en activo a pesar de su frágil posición financiera, se debe a que el gobierno garantiza el 100% de la deuda; es decir, que si Pemex no puede con sus obligaciones, el gobierno federal paga. En los últimos 5 años se han transferido 772 mil millones de pesos para pagar deuda e inversiones.
Estas transferencias son parte del incremento de deuda de 1.3 billones de pesos que asumió el gobierno federal, la mayor cantidad de endeudamiento jamás registrada en la historia del país y que será superada a 2 billones de pesos, que se tienen autorizados en el Presupuesto del 2024.
ESTATIZACIÓN.- El gobierno de México expropió una planta de hidrógeno, ubicada en la refinería de Tula y que era propiedad de Air Liquide de origen francés. En el Diario Oficial de la Federación se publicó la expropiación a favor de Pemex Transformación Industrial, la filial de la estatal que opera el negocio de refinerías. La planta de hidrógeno era operada por la compañía desde 2007, cuando ésta y Pemex firmaron un acuerdo que establecía que la primera le suministraría hidrógeno a la refinería durante 20 años. Se trató de la primera alianza estratégica de la petrolera relacionada con esta materia prima.
INFLACION.- La cuesta de enero de 2024 se hizo sentir en el bolsillo de los mexicanos. En los primeros 30 días del año, el Índice Nacional de Precios al Consumidor tuvo una variación de 0.89%, la más elevada desde 2017 (año en el que se registró el famoso gasolinazo), cuando fue de 1.70%, de acuerdo con el Inegi.
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