Opinión

Preocupación por endeudamiento

Una de las mayores preocupaciones que tiene el equipo económico de la presidenta electa Claudia Sheinbaum es el nivel de deuda que van a recibir. Según datos oficiales, en 2018, año en que inició la presente administración, la deuda pública se ubicaba en 10 billones de pesos, a la fecha asciende a 15 billones de pesos.

Con el endeudamiento autorizado por el congreso para el presupuesto del presente año, de casi 2 billones de nueva deuda, al final de este año  la deuda llegará a los 17 billones de pesos, suma inimaginable. 

Durante 70 años de gobiernos priistas, más los 12 en que gobernó el PAN, se acumuló una deuda de 10 billones de pesos. Sin embargo, a este gobierno de la 4T sólo le bastaron 6 años para incrementar esa deuda en más del 75%. Lo peor es que se trata de deuda que se utiliza preferentemente para pago de apoyos sociales y nóminas de oficinas de gobierno. La inversión en infraestructura ha sido mínima, por lo que ese enorme endeudamiento no ha ayudado a impulsar la economía, que en este año llegará a un 3% en el mejor de los casos. 

La herencia que recibirá el gobierno de Claudia Sheinbaum será un gran problema ya que el compromiso del Secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O, es reducir los niveles de endeudamiento que se generarán hasta el 2025, con niveles compatibles al porcentaje del PIB de alrededor del 3%, lo cual no se ve fácil. 

Para tranquilizar a los mercados ante expectativas preocupantes por las reformas constitucionales propuestas para el próximo mes de septiembre, en especial la del poder judicial, el secretario confirmó a organismos internacionales e inversionistas privados que el proyecto de la doctora Sheinbaum se basa en la disciplina financiera, acatando la autonomía del Banco de México, el apego al estado de derecho y facilitando la inversión privada nacional y extranjera. 

El mensaje tuvo un efecto positivo, pero la incertidumbre persiste, sobre todo por el curso que ha tomado el parlamento abierto sobre la reforma al poder judicial, donde se minimizan las intervenciones críticas que han externado especialistas sobre las debilidades que presenta la propuesta del ejecutivo. 

Mientras el presidente siga obcecado con sus ideas sobre la elección de jueces, magistrados y ministros, restando importancia a la experiencia y preparación y en su lugar siga apoyando ideas verdaderamente absurdas como la de que un joven recién egresado de la carrera en derecho, tendría un mejor desempeño como juez que alguien preparado, ya maleado, no resiste el menor análisis. Sin embargo, la mayoría morenista que actúa por consigna como en los viejos tiempos del PRI no escucha argumentos serios y cometen el error de pensar, como su líder López Obrador, que todos los jueces son corruptos  olvidando que la acción de juzgar no es un acto de popularidad si no de aplicación de la ley. 

La presión que están ejerciendo los integrantes del poder judicial a nivel nacional, deberá tener efecto si los diputados y senadores recién electos, realmente se asumen como verdaderos representantes del pueblo y no sólo actúen para cumplir los deseos de una persona. Los intereses de muchos mexicanos profesionales valiosos están en juego y por ello se justifica su movilización.  

@fer_martinezg

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