Ya lo sé. Lo primero es acusar a este escribidor de racista, clasista y todo lo demás por hablar de la cena de negros y comparar tan singular merienda de caníbales con el ejercicio democrático del Movimiento de Regeneración Nacional, pero los desaguisados del fin de semana, no se apartan mucho de lo previsible, ¿esperaba alguien otra cosa de estas asambleas preparatorias de la magna reunión política en la cual se decidirá lo ya decidido?
Sabemos de la incapacidad intelectual de la mayoría de los morenistas, demostrada de manera palmaria cuando habla Mario Delgado quien (por ser el líder), supuestamente es uno de los mejores. Y la verdad, este cuate asusta de mentiroso. Como dice el “simpatías” guanajuatense, el angelito se pasa de rosca.
Pero eso tienen. Por ahora no tienen ninguno mejorcito.
No lo esperaba mejor ni el presidente de la república quien apenas el jueves pasado expresó sus dudas sobre posibles actos de ilegalidad, influyentismo, corrupción y todo el catálogo fraudulento con el cual se hace la política en México. Y quizá en otras partes.
Recordemos la voz presidencial en el análisis de un partido cuya tradición democrática (si la hubiera), será también su legado:
“…en Morena y en todos los partidos los ciudadanos son los que deciden, ya no hace falta ni hacer un llamado para que no se dejen manipular, porque es ofensivo. De todas maneras, si salen por ahí algunos mapaches que los manden lejos, lejos, lejos, y que demuestren que son buenos ciudadanos los que van a participar, que no son manipulables.
“Y que nosotros hemos luchado siempre por la democracia y hemos luchado siempre en contra del fraude, y que la libertad no se implora, se conquista, y que sólo siendo masoquistas se acepta ser ‘borrego’, con todo respeto a los borregos.
“Y que si llegan ahí, ‘traigo línea, yo soy el bueno’, sí, tú eres el bueno, tú vas a pasar a la historia, tú eres el bueno, vas a pasar a la historia, pero al basurero de la historia.
‘Es que, mira, aquí tengo yo foto con Andrés Manuel, mi compañero, mi amigo, jugamos canicas juntos’. Pues sí, puede ser, pero eso no cuenta.
“Y no hay dedazo.
Y evitar ser acarreado, nada de que, ‘¿a dónde vas?’, ‘meee’, ‘¿a dónde te llevan?’, ‘meeee’”.
La onomatopeya es una prueba del conocimiento lingüístico de nuestro Ejecutivo. Habla en español y en caprino.
“…meeeeeee”
Y más:
“…Y que te estén repartiendo papelitos diciéndote ‘por éste o por esta compañera’. No, tú ve los 100 o los 200 o 300 o los que sean, y llévate tu tiempo ahí viendo a quién conoces, a quién has visto que ayuda al pueblo, a quién le ves cara de buena gente, que tiene buenos sentimientos, que le tiene amor al pueblo, no hipócritas, farsantes, que una vez que ya tienen su propósito ya hasta les molesta que la gente les hable…”
Así pues, ahora desvelamos el arcano: el ejercicio democrático se sustenta en la apariencia de bondad de una persona. Voto por este porque tiene cara de buena gente; se le notan los buenos sentimientos, se le trasmina su amor por el pueblo…” (Ay, Dios, un pañuelito, por favor, México llora de emoción…)
Por eso, uno no puede creer textos como este de Raúl Trejo:
“..Trampas y trifulcas, se repitieron por todo el país. Este fin de semana, las irregularidades fueron la norma en la elección de consejeros de Morena. No hay democracia, ni participación convencida, ni respeto por la competencia política en ese partido.
“Urnas y boletas quemadas y saqueadas en Ayutla, Guerrero, Cárdenas en Tabasco, Huehuetán y Copainalá en Chiapas. Enfrentamientos a golpes en Acapulco, Guerrero, Ixmiquilpan en Hidalgo, Juchitán, Oaxaca y Acayucan, Veracruz. Entrega de despensas o dinero y amenazas a informadores en alcaldías de la Ciudad de México…”
Debe ser un hereje.
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