Opinión

Rafael Caro Quintero: muchos favores

Rafael Caro Quintero, nació en La Noria, municipio de Badiraguato, Sinaloa, el 3 de octubre de 1952, es hijo de Emilio Caro Payán y Hermelinda Quintero. Esta pareja fue prolífica, procrearon 11 hijos. Emilio Caro se dedicaba a la cría de animales. Rafael sólo estudió hasta el sexto de primaria; cuando tenía 13 años, su padre falleció; a los 16 salió de su comunidad natal hacia Caborca, Sonora; a los 18 empezó a trabajar como chofer de camiones; conoció a Pedro Avilés Pérez, un narcotraficante que lo introdujo en el cultivo de la marihuana. En la década de los setenta, Caro Quintero ya formaba parte de la alta jerarquía del crimen organizado. En la década de los ochenta, Rafael Caro Quintero junto con Miguel Ángel Félix Gallardo y Ernesto Fonseca Carrillo, formaron el Cártel de Guadalajara.

Este grupo delictivo comenzó estableció vínculos con los cárteles colombianos gracias a un acuerdo con el mafioso hondureño Juan Matta-Ballesteros y luego, directamente, con Gonzalo Rodríguez Gacha y Pablo Escobar Gaviria.

Aquella era—si cabe la expresión—una “empresa boyante”, hasta que el rancho “El Búfalo”, ubicado entre los municipios de Jiménez y Camargo, Chihuahua, propiedad de Caro Quintero, fue intervenido por el Ejército. Eran mil hectáreas en la que trabajaban 10 mil jornaleros. Cuando llegaron 450 soldados, incautaron 8 mil toneladas de marihuana.

Meses antes de la operación El Búfalo, se llevó a cabo en las selvas de Colombia una operación que desmanteló un complejo de laboratorios, “Tranquilandia”, en la que se incautaron 13.6 toneladas de cocaína propiedad de Gonzalo Rodríguez Gacha y Pablo Escobar Gaviria. Con los golpes dados en Tranquilandia y El Búfalo, la Administración de Control de Drogas (Durg Enforcement Administration) DEA de Estados Unidos estaba al ataque. Pero, de repente todo cambió.

¿Quién podía haber dado la ubicación de El Búfalo? Ahora se sabe que, quien le dijo a Caro Quintero que Enrique “Kiki” Camarena y su piloto Alfredo Zavala Avelar estaban infiltrados en su organización, fue un agente de la CIA que trabajaba como empleado del gobierno mexicano y estaba cooptado por el Cártel de Guadalajara, el cubano anticastrista Félix Ismael Rodríguez.

Enrique Camarena y Alfredo Zavala fueron secuestrados el 7 de febrero de 1985 por policías de Guadalajara. Los llevaron a una finca propiedad de Rubén Zuno. A Camarena lo torturaron durante 36 horas hasta morir; igual pasó con Zavala. Sus cuerpos fueron encontrados el 5 de marzo de 1985.

Obviamente, los capos del Cártel de Guadalajara se dieron a la fuga. El 18 de septiembre de 1985, Caro Quintero fue detenido en la Quinta, La California, en la comunidad de San Rafael de Ojo de Agua en Alejuela, Costa Rica. Al momento de su captura tenía una fortuna calculada en 100 mil millones de pesos, 38 casas repartidas en los estados de Jalisco, Zacatecas, Sinaloa y Sonora. Él y su familia eran propietarios de boutiques, discotecas, agencias de automóviles, hoteles y varias compañías extranjeras. Corre la especie de que estando en la cárcel, Caro Quintero dijo: “Si me liberal…si me dejan libre…yo pago la deuda externa.”

En esa misma ocasión encontraron a Sara Cristina Cosío Vidaurri Martínez, hija del entonces Secretario de Educación de Jalisco y sobrina del futuro gobernador Guillermo Cosío Vidaurri (1989-1992). Su ubicación se logró gracias a las llamadas que Sara hizo a su familia a quienes les dijo: “Yo no estoy secuestrada…yo estoy enamorada de Caro Quintero.”

Gracias al entonces presidente de Costa Rica, Luis Alberto Monge Álvarez se pudo lograr la extradición inmediata de Caro Quintero a México. Nunca se volvió a saber qué fue de Sara Cosío.

Miguel Ángel Félix Gallardo fue detenido el 8 de abril de 1989; pero seguía dando órdenes a su organización mediante teléfonos celulares, hasta que fue trasladado a una cárcel de máxima seguridad. Su cártel se dividió en varias facciones: el Cártel de Tijuana, el Cártel de Sinaloa, el Cártel de Juárez y el Cártel del Golfo.

Ernesto Fonseca Carrillo fue capturado por el Ejército Mexicano, el 7 de abril de 1985 en la residencia del entonces gobernador de Jalisco, en Puerto Vallarta; en 2016 fue puesto en arresto domiciliario; en 2017 obtuvo su libertad total.

Luego de permanecer 28 años tras las rejas, Rafael Caro Quintero fue liberado, sorpresivamente, por el Primer Tribunal Colegiado en Materia Penal del Tercer Circuito y el Segundo Tribunal Unitario en Materia Penal con sede en Jalisco. Esto sucedió el 9 de agosto de 2013. El motivo que esgrimieron los jueces fue que “no debió ser enjuiciado en el fuero federal por el asesinato del agente de la DEA.”

Al salir de la cárcel, Caro Quintero fue protegido por el Mayo Zambada y los chapitos.

El 16 de enero de 2015, un tribunal federal declaró a Rafael Caro Quintero, nuevamente, culpable del homicidio de Enrique Camarena y, en consecuencia, se emitió una nueva orden de aprehensión. La DEA ofreció 20 millones de dólares a quien aportara datos que llevaran a su captura; la cifra más alta que se ha fijado en Estados Unidos para aprehender a un narcotraficante.

Mientras estuvo libre Caro Quintero fundó el Cártel de Caborca, se alió con una banda llamada La Barredora 24/7. Con algunos de sus familiares empezó a intensificar la lucha entre cárteles en Sonora, Sinaloa, Ciudad de México, Oaxaca, Guerrero, Chiapas y Tabasco. Se peleó con sus benefactores, el Cártel de Sinaloa.

Fue detenido el viernes 15 de julio de 2022 en la comunidad de San Simón, municipio de Choix, Sinaloa, dentro de lo que se conoce como el Triángulo de Oro.

Se dice que de 2013 a 2022 financió campañas electorales de todo tipo y que, por tanto, muchos le deben muchos favores.

Mientras algunos celebran, otros tiemblan.

Mail: jsantillan@coljal.edu.mx

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