Opinión

De los rateros y los rastreros

La Cuarta Transformación nos prometió acabar con los políticos rateros.

No sé si lo hizo, pero al vasto catálogo de la fauna presupuestívora, agregó mejorados a los rastreros. Los arrastrados en grado humillante.

Muy amplio y vasto es el catálogo de los animales reptantes. Lombrices, sierpes; caracoles, arañas, escarabajos y escorpiones. Y hoy lambiscones extremados.

Antes cuando el presidente preguntaba la hora le decían, "la que usted diga". Hoy le contestan, es la hora de su gloria.

Por eso quiero reproducir algunos grandes ejemplos donde la elocuencia solera se pone al servicio de la adulación.

La medalla de oro se la lleva --por supuesto-- el gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Mayo (o Moya), a quien el líder de la Revolución de las Conciencias defiende con tan abundante como sospechosa insistencia en cuanto a su alianza con el Mayo Zambada. El aludido se pone --ahora y desde antes--, pecho a tierra y avanza “reptilíneo” sin decoro ni pudor.

El presidente Andrés Manuel López Obrador brinda su respaldo al Gobernador Rubén Rocha Moya

El presidente Andrés Manuel López Obrador brinda su respaldo al Gobernador Rubén Rocha Moya

Cuartoscuro

“…Señor presidente, señora presidenta, termino diciéndoles: estamos con la política del Humanismo Mexicano, implantado por el presidente…

“…En Sinaloa gobernamos con integridad, con la honorabilidad que nos ha enseñado el presidente Andrés Manuel López Obrador, con la honradez, y luchamos contra la corrupción. Esos son nuestros valores y nuestros principios.

“Por eso, estamos al amparo de nuestros dos grandes líderes:

“Andrés Manuel López Obrador, a quien le damos las gracias por lo que ha hecho por nosotros. Claudia Sheinbaum Pardo, a quien le damos la bienvenida al gobierno mexicano.

“Muchas gracias. ¡Es un honor estar con Obrador! ¡Y es un honor estar con Claudia hoy!”

Aquí vale señalar el incumplimiento del ripio (honor-obrador) y la forzada reiteración de honorabilidad lagotera por estar "con Claudia… hoy”. No encontró el zalamero palabras para rimar tal como se hizo con el estribillo de los defensores obradoristas hace tantos años.

Podría haber dicho: "…estoy con Pardo, ni flojo ni tardo…” o bien: "…en el césped y en el cardo, yo estoy con Sheinbaum Pardo…”, “¡Viva la Pardo, varita de nardo…!" Total, para hacer el ridículo reptante y lame suelas, no hace falta el diccionario de la rima (si ya su actitud causa grima).

Pero hubo más del gober-labioso (especie cercana al precioso).

“… ¿Están contentos con que esté el presidente Andrés Manuel con nosotros, y la presidenta Claudia? Es un verdadero privilegio que estén con nosotros.

“Alguien dice los trajo el gobernador. No vinieron solos, por su propia voluntad… Mucho se los agradecemos, tanto al presidente Andrés Manuel López como a la presidenta Claudia Sheinbaum.

“Aquí observamos una cosa extraordinaria para todos, una cosa histórica: nunca en la historia de México el presidente que sale y el presidente que entra —acuérdense, presidenta con ‘A’— la presidenta que entra vienen a hacer entrega y a recibir en territorio, lo que dice el presidente y lo que está proyectado, vienen a verlo aquí, juntos…"

“…Se va a entregar un gobierno de la 4T, los primeros seis años, y va a recibir un gobierno encabezado por Claudia Sheinbaum también de la 4T. Es un orgullo que nos compromete mucho a todas, a todos para seguir adelante…”

Pues no le veo mucho por delante a este senil caballero cuya condición provecta lo empuja a dar las gracias (y algo más) por su tarjetita del Bienestar.

EL CIENTÍFICO

“¿Qué hemos hecho en los últimos 6 años? Hemos rescatado a Pemex tras el ataque del periodo neoliberal, porque, (se recibió) una empresa en pedazos, con refinerías deshechas y que se ha trabajado para rescatarla”.

Víctor Rodríguez Padilla al conocerse su designación como Director General de PEMEX. Gran técnico, gran científico, bla, bla, bla. Más ideología.

¿Y en cuanto a Octavio Romero? Se le augura un cargo en la siguiente administración. ¿Director del INFONAVIT?

El botín para la 4-T es de casi 800 mil millones de pesos.

Una baba de loro.

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