Hasta hace poco la responsabilidad social parecía cosa de las grandes empresas, afortunadamente ese término ya se quedó corto hace años y actualmente el enfoque es muchísimo más amplio con el marco de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de fondo y una recuperación sostenible como línea de acción a seguir. Además, en un tejido empresarial como el español donde alrededor del 90% de empresas son pymes y autónomas/os no solo se puede dejar la sostenibilidad de la mano de las grandes empresas. Desde la inclusión laboral, debemos considerar el emprendimiento inclusivo, aquel que apoya a las personas vulnerables y con mayores dificultades para emprender, como una vía de inserción y una fórmula para que todas las personas sean conscientes de su contribución a la sociedad y al medio ambiente a través de sus acciones.
Cualquier proyecto empresarial, por pequeño que sea, puede diseñarse teniendo en cuenta tanto el impacto social y medioambiental como la viabilidad económica. Incluir estas tres ejes en tu empresa, no solo le dará valor añadido, lo que supondrá una ventaja competitiva, si no, que podrá llegar a clientela más diversa y se podrá mejorar toda la cadena de procesos productivos ahorrando costes. Ser sostenible está en manos de cualquier persona emprendedora y este es el mejor momento, ya que desde Europa se marcan caminos, inversiones, contrataciones públicas, estrategias y planes de acción con el hilo conductor de la sostenibilidad. Esperamos que esta guía facilite el proceso y marque el camino de la sostenibilidad y la viabilidad de los negocios inclusivos del futuro.
La desigualdad de género es una de las principales causas y consecuencias del hambre y la pobreza, Moldea la dinámica alimentaria en el hogar y la comunidad las mujeres, las niñas y otras personas marginadas se encuentran en una situación de gran desventaja en cuanto a su acceso y control de los alimentos, desde la producción hasta el consumo.
Las mujeres y las niñas están sobre representadas entre las personas que sufren inseguridad alimentaria, porque a menudo se les niegan sus derechos humanos básicos, como el derecho a poseer tierras, el acceso a un trabajo digno, la educación y los servicios sanitarios.
Si las mujeres y otras personas marginadas tuvieran el mismo acceso a los recursos productivos que los hombres, la producción de los cultivos gestionados por mujeres aumentaría significativamente, y la inseguridad alimentaria se reduciría sustancialmente. Por otra parte, salvar esta brecha pondría más recursos en manos de las mujeres y fortalecería su voz dentro dentro de la política de la igualdad de género del hogar, ya que es una estrategia que ha demostrado tener efectos multiplicadores en la seguridad alimentaria, la alimentación, la educación y la salud de sus hijas e hijos.
Por lo tanto, debemos tratar la igualdad de género como una estrategia clave para garantizar la seguridad alimentaria y acabar con el hambre en todos nuestros sectores e iniciativas clave incluyendo la prevención de la violencia de género a través de todas nuestras actividades, la generación de resiliencia, el fortalecimiento de los sistemas de salud y protección social, la mitigación de los impactos del cambio climático y la creación y el intercambio de conocimientos.
La desigualdad y la exclusión por razón de género varían en sus expresiones, pero en los países en los que trabajamos nos encontramos con diferentes formas de discriminación por razón de género, los estereotipos y la distribución desigual del poder y los recursos entre mujeres, hombres, niñas, niños y personas con diversidad de género así como la exclusión basada en múltiples factores.
Estas incluyen atributos tales como raza, clase, religión, etnia, capacidades, idioma, orientación sexual e identidad de género.
La desigualdad de género agrava los efectos negativos de todas las demás formas de exclusión. Nuestro trabajo sobre la igualdad de género se verá reforzado si comprendemos cómo se entrecruzan estos aspectos de la discriminación y si utilizamos este aprendizaje para informar a nuestros programas y nuestra labor de incidencia.
Debemos trabajar para desmantelar las estructuras de poder patriarcales, promoveremos el liderazgo y los enfoques feministas y la distribución del poder como elementos clave para la igualdad de género.
Luis David Fernández
Economista
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