La campaña presidencial 2024 tiene un tercero en discordia, la pareja Samuel y Mariana de Movimiento Ciudadano. Su irrupción en la contienda generará turbulencias.
Por momentos da la impresión de que todo está dicho con respecto a la campaña presidencial y que la única pregunta por responder es si Morena hará realidad su fantasía de tener mayoría calificada en el Congreso.
La verdad es que todavía no hay nada escrito. Los encuestadores del oficialismo le dan a Claudia Sheinbaum ventajas inverosímiles que no corresponden a lo que usted y yo escuchamos en la calle, en la casa o la oficina, donde se oyen muchas voces críticas a lo hecho por la 4T.
La campaña de Samuel y Mariana puede cambiar muchas cosas y antes de fin de año comenzará a reflejarse en las encuestas. La campaña del Movimiento Ciudadano crecerá en el corto plazo porque hay mucha gente que no está conforme con el menú electoral de las dos grandes alianzas, la de Morena y la del Frente Amplio.
Muchos ciudadanos no están entusiasmados por votar por Claudia ni por Xóchitl, dos señoras sesentonas que no le dicen nada a los ciudadanos jóvenes, aquellos que no tenían edad para votar en el 2018 y muchos treintañeros, cuyas opiniones políticas se construyen, tome nota, en los medios digitales.
Y ellos, Samuel y Mariana, dominan ese territorio, el de las redes, los videos, tik tok, Instagram. Dirán que exagero pero ya se perfila que los tenis de Mariana, esos de color fosforescente, serán protagonistas de la contienda. Qué le vamos a hacer, el signo de los tiempos.
La pregunta pertinente en este momento es: ¿El crecimiento de MC a quién afecta más, a Xóchitl o a Claudia? El gobierno pensó que el crecimiento del MC daría lugar a una caída equivalente del Frente Amplio, pero ya comienza a percibirse que también puede afectar, y mucho, a Morena. Detectar el daño es sencillo. Los piropos de AMLO y Claudia a Samuel irán desapareciendo y crecerán las descalificaciones por parte de Mario Delgado y los golpeadores mediáticos de Jesús Ramírez que son muchos y bien pagados.
Hay que tomar en cuenta que los ciudadanos más jóvenes no tienen referentes en la clase política tradicional y están listos para escuchar otras voces sobre todo si salen de plataformas que ello consumen. El sainete de las corcholatas y las triquiñuelas del Frente entretienen a otro público y a la prensa articulada a los aparatos de poder, incluidos columnistas que desdeñan por principio a todos los políticos que no circulan por la avenida principal. No digo, para que nadie se equivoque, que la pareja Samuel y Mariana tienen pólvora para pelear en serio por la grande. Sostengo que están ubicados en un carril por el que pueden crecer rápido y causar insomnio en el Frente que, aunque parezca una volada, no tiene asegurado el segundo lugar.
Pero sí un ciudadano de 18 años no conecta con tipo como Alito o Zambrano, tampoco AMLO y Claudia tienen nada qué decirle. El oficialismo tiene amarrados los votos de la mayoría de ciudadanos que reciben ayuda en efectivo del gobierno. Esa es la columna vertebral de la 4T, pero no mucho más. Ignoro qué tan lejos puedan llegar Samuel y Mariana, dependerá de si se dejan ayudar por gente que sí domine el oficio y de si logran construir una agenda atractiva, con temas como el nearshoring, la electromovilidad, la defensa del medio ambiente, y otros que puedan enganchar a la gente joven. Lo que está fuera de duda es que los políticos tradicionales tienen que tomar en serio a esa frívola pareja que le puede meter muchos goles.
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