Hoy, a eso de las 16:00 horas, Claudia Sheinbaum Pardo (CSP) cerrará su precampaña. Dado que tiene ciertas probabilidades de ganar, me gustaría que finalmente hiciera ese ajuste que todos los candidatos oficialistas llevan a cabo en algún momento, a fin de deslindarse del presidente saliente y sus errores que, en el actual caso, muchos.
No recuerdo haber visto a un candidato con tal dependencia de su mentor y al día de hoy no sabemos de ella nada más que la repetición fiel de las órdenes y palabras de Palacio Nacional.
CSP tha ofrecido ejercer un gobierno con “humildad y y grandeza” (Poza Rica, Veracruz, 17/01/2024), pero el ala ruda del morenismo no la dejará. Si de algo carecen los miembros de la 4T es de humildad, como todo movimiento populista que se arroga el monopolio de la “verdad”, aunque la suya sea una ideología preparada en microondas (López Farías dixit). Si tuvieran humildad no serían tan rabiosos; mostrarían aunque fuera un poco de tolerancia hacia quienes piensan distinto.
Los cuatroteístas tampoco muestran grandeza, pues desde el 1º de diciembre de 2018 se han dedicado a polarizar a la sociedad mexicana al ritmo marcado por su líder, al excluir a los que aspiran a tener algo más que un par de zapatos. No hay grandeza alguna en repartir dinero a diestra y siniestra, pensando que así “se riega desde abajo” la economía, como afirma doña Claudia. Un gobierno con grandeza diseña y ejecuta políticas públicas que conduzcan a una mayor igualdad a través de la seguridad, la salud y la educación, como base para un arranque parejo.
Lo sorprendente es que Sheinbaum ha “descubierto el hilo negro”, pues recién declaró que el Estado debe encargarse de la seguridad, salud y educación para crear un “sistema de bienestar” (Reunión con la American Society, 15/01/2024). ¿De verdad estas son las novedosas ideas de su candidata, siendo que este tipo de garantías se han ido puliendo en México desde la segunda mitad del siglo XX? Claro, CSP no hizo ninguna mención a que los tres ámbitos arriba enunciados han caído en picada en los últimos cinco años, afectando primero a los pobres, don Mario.
Tengo claro que mi “wishful thinking” no tiene asidero, pues para que no haya dudas de la intromisión del inquilino de Palacio Nacional en la campaña de Sheinbaum, en los próximos días éste presentará varias iniciativas de ley, una más envenenada que la otra, pero muy rentables electoralmente. Si son aprobadas dislocarán a los próximos gobiernos; si son rechazadas servirán de narrativa de ataque en contra de la oposición.
¿A quién no le gustaría que, al momento de retirarse, su pensión fuera del 100 por ciento? La oferta, aunque suene muy atractiva es inviable en el presente y en el futuro próximo, porque los recursos no alcanzan. No veo cómo se haría la aportación gubernamental –como dice AMLO-, si los dineros son insuficientes para rehabilitar hospitales y las escuelas, ya no hablemos de hacer nuevos; tampoco hay para obras de infraestructura necesarias. ¿De dónde van a salir los dineros para elevar las pensiones?
Por otra parte, si los patrones han de incrementar el salario mínimo por encima de la inflación, no veo cómo van aumentar su aportación a los fondos de pensiones de los trabajadores. Aun llevando a cabo una reforma fiscal, el pago de pensiones al 100 por ciento será insostenible y reventará las finanzas públicas. Si en países como Francia, donde todo mundo paga impuestos y éstos son muy altos, las pensiones son un mega dolor de cabeza, imagínese en México.
En la actual Legislatura, la propuesta de pensiones no pasará. Sin embargo, el argumento servirá como tema de campaña para los candidatos morenistas a diputaciones y senadurías. Si MORENA consiguiera la mayoría calificada en el Congreso, sus legisladores aprobarían la reforma a la ley de pensiones, pateando el bote del desastre para adelante. Habrían “cumplido” su oferta y que el gobierno de 2030 se las averigüe como pueda.
Ahora bien don Mario: si su partido no consigue la mayoría legislativa y, en consecuencia, la iniciativa es rechazada por la oposición en un acto de responsabilidad, MORENA acusará al PRI y al PAN de ser clasistas, neoliberales, egoístas, insensibles y todo lo que les ocurra.
Lo mismo ocurrirá con la reforma al Poder Judicial; la reforma al INE y el sistema electoral; o la iniciativa ferroviaria que implicaría, entre otras cosas, revivir el transporte de personas, servicio que es subvencionado en TODO el mundo por no ser rentable. De las otras iniciativas presidenciales poco se sabe, más alla de sus nombre genérico.
En fin don Mario, no veo como Claudia Sheinbaum ofrece construir un segundo piso para la 4T, cuando ésta no tiene ningún cimiento sólido.
Tal y como ocurrió con la Línea 12.
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