Opinión

Segundo Piso, otra ruta en seguridad

En materia de seguridad el Segundo Piso de la 4T tendrá que seguir una ruta distinta para alcanzar mejores resultados, para devolverle la paz a vastas regiones del país.

La presidenta electa tiene ideas claras al respecto. Durante su gestión al frente de la Ciudad de México siguió una estrategia propia que le dio buenos resultados. En la campaña interna de Morena, la contienda de las corcholatas, e incluso en la campaña presidencial, la doctora Sheinbaum pudo mostrar los logros en materia de seguridad como un elemento que la diferenciaba positivamente de sus rivales.

Claro que las condiciones imperantes en la ciudad capital no son las mismas que en muchos lugares del país. La CDMX, por ejemplo, tiene una policía profesional, suficiente, en capacitación continua con uso intensivo de tecnología e inteligencia, algo de lo que carecen la mayoría de los estados y municipios. El hecho es que hubo avances que muestran el camino de lo que puede hacerse en el futuro a nivel federal. Es un reto colosal, pero brindar seguridad es la razón de existir del Estado y la raíz del pacto social.

El protagonismo de las fuerzas armadas en el sexenio que termina fue algo inesperado que nadie vio venir. Se deriva del hecho de que el presidente descubrió el profesionalismo, la eficacia y la disciplina de las fuerzas armadas y las usó para sacar adelante su agenda personal, forzando al máximo el texto que establece las responsabilidades constitucionales del Ejército y la Marina. Lo hecho, hecho está.

Se vale la evaluación crítica, que es necesaria, pero también es imprescindible recalcular el papel del Ejército en el andamiaje del Estado mexicano. Antes de los llamados Operativos Conjuntos, al inicio del sexenio de Felipe Calderón, las fuerzas armadas estaban casi en las sombras y de manera paulatina pasaron a aparecer por todos lados, incluso con contingentes uniformados de verde olivo en el Tianguis Turístico. Ni tanto que queme al santo, ni tan poquito que no alumbre, dice y dice bien la sabiduría popular. Recalcular el papel de las fuerzas armadas no tiene vuelta de hoja.

Las responsabilidades en materia de seguridad son demasiado complejas como para distraer tiempo, atención, recursos en tareas que pueden hacer civiles, digamos administrar hoteles. Las fuerzas armadas protegen a la sociedad, se puede retribuir ese esfuerzo encomendándoles solo tareas para las que fueron preparados en el Colegio Militar. Ni más, ni menos.

El presente sexenio concluye con bandas criminales empoderadas y hasta cínicas, policías estatales y municipales en franco deterioro, con agencias de inteligencia dedicadas a amargarles la vida a los adversarios del presidente, fiscalías endebles, consumo al alza de drogas, intenso tráfico de armas, presión creciente de potencias extranjeras y, lo más triste, el récord histórico de homicidios dolosos. Hay mucho por hacer, pero es de lógica elemental que si se quieren obtener resultados distintos, hay que hacer las cosas de manera diferente, por eso en materia de seguridad el Segundo Piso de la 4T debe seguir otra ruta.

Glifos

Avanza la transición en Morelos. El exgobernador Cuauhtémoc Blanco siguiendo la recomendación de que mucho ayuda el que no estorba, salió del gobierno del estado y vino a la ciudad de México a hacer como que legisla. El equipo de la gobernadora electa, Margarita González Saravia, se ha tomado en serio el proceso de entrega-recepción que ya presenta avances significados. Han encontrado, se dice, cuellos de botella en temas como movilidad y transporte debido a que el gobierno de Blanco fue desidioso. La gente en Morelos quiere un cambio, quiere un gobierno serio y profesional acostumbrado a dar resultados, por eso votaron por Margarita González Saravia

Copyright © 2024 La Crónica de Hoy .

Lo más relevante en México