Opinión

El sistema de la NO salud y otras cositas.

La tragedia que abate a Turquía y a Siria es tan grande que cuesta escribir de cualquier otra cosa. El problema es que he leído poco acerca de ese infierno y aún menos he visto los noticieros. No me atrevo. Turquía recibe ayuda del exterior, pero Siria, no. Siria se encuentra trazada por una parte del gobierno, otra por los kurdos, apoyados por Estados Unidos y una tercera por la oposición, a donde dos terceras partes de las 4.5 millones de habitantes han sido desplazados y padecen una grave crisis humanitaria. No quiero imaginar el estado en que se encuentran ahora.

Trataré otro tema, el de la NO salud que procura la Cuatroté, y mencionaré alguna afirmación del señor presidente, de esas que cada vez escalan más no sólo en la mentira sino en el insulto. Llamó a los funcionarios INE “elite, casta dorada, mantenidos y buenos para nada”. Resulta que el organismo en el que más se trabajó para crearlo y garantizar la democracia electoral es antidemocrático, según AMLO. Él, con su Cuarta Transformación, le ha abierto el camino de la democracia al pueblo. Si pasa su Plan B, y creo que existe un C, Morena se anclará en el país y las elecciones serán un barato espectáculo teatral, porque no habrá más elecciones libres. El “pueblo” al que se refiere constantemente el licenciado López Obrador, que significa “Nación”, de acuerdo con el Diccionario de María Moliner, es decir, “el conjunto de los habitantes de un país”, ese “pueblo” del choro mareador de las Mañaneras es un enorme grupo de mexicanos por demás pobres y dejados de la mano de los cuidados divinos. Pero así lo quiere el presidente, porque de otra manera si “el pueblo” accede a una vida mejor, se vuelve aspiracionista y seguramente crítico del poder. Mejor mantenerlo en una situación precaria y asegurar su voto por medio de limosnas.

Perdonen mi exaltación, yo quería abordar un poco el tema de la NO salud.

Tan se sabe que el INSABI funciona mal, que el primer mandatario dice que creará un sistema de salud tan bueno como el danés. Pero, mientras eso ocurre (que no ocurrirá) el estupendo programa de vacunación nacional de otros sexenios se ha degradado, como todo lo que toca la 4T. Hoy, en el diario Reforma, el reconocido doctor Francisco Moreno Sánchez escribe que “Si algo va a marcar a esta administración es su incapacidad para proteger a la niñez mexicana. El desabasto de medicamentos, el descuido en la vacunación infantil y el desdén que ha habido en la educación han tenido y tendrán repercusiones que mancharán cualquier logro paralelo”. Un logro paralelo, en este gobierno, no lo veremos. “2 de cada 3 menores de 18 meses” no han recibido la vacuna del tétanos, una de las vacunas más antiguas. En 1899, el doctor alemán Knud Faber (1862-1956) descubrió la toxina del tétanos. La vacuna, elaborada años después, se aplicó a los soldados de la Primera Guerra Mundial y desde entonces ha sido muy eficaz.

Cuando mi papá me llevó a ver el Árbol de la noche triste, me sostuve un rato de los barrotes que entonces lo rodeaban, algunos oxidados. Debo haber tenido 9 años de edad. Pero en la noche no dormí porque creí que me podría dar tétanos. La maestra de cuarto año de primaria nos había explicado con pelos y señales qué ocurría si las toxinas del tétanos entraban al cuerpo. Me levanté de la cama con miedo a arquearme y luego morir. Mi padre me explicó la historia de la vacuna antitetánica y luego me hizo entender que los barrotes oxidados no me había inoculado ninguna enfermedad mortal.

El doctor Moreno Sánchez escribe en su artículo de Reforma que “la semana pasada en Oaxaca una niña fue diagnosticada con tétanos”. Podemos imaginar el desenlace. Puedo apostar que la desafortunada pequeña pertenecía al “pueblo” de López Obrador, porque los niños de las clases medias en adelante se vacunan con su pediatra.

Los niños con cáncer, desde que comenzó este gobierno “transformador”, no tienen acceso a las quimioterapias. El presidente recalcó hace tiempo que dejaría de llamarse Andrés Manuel si no resolvía pronto el desabasto de medicinas. No lo solucionó. Los padres de pequeños con cáncer se han manifestado varias veces para exigir las quimioterapias y lo único que han obtenido es el nombre de “opositores”. Si no fuera trágico, podría ser un chiste, un chiste macabro. No todo el mundo puede pagar quimioterapias. El pueblo que siempre menciona AMLO no tiene ese dinero, ni las clases medias bajas. Los demás las pagan y los ricos corren con sus hijos a Estados Unidos.

La señora que trabaja y vive en mi casa dio positivo a Covid. Lleva dos vacunas de Astra Zeneca y una de Sputnik. Le ha subido muchísimo la fiebre, se siente muy mal y tose sin parar. Llamé al neumólogo y la recetó. Yo estoy detenida en la hamaca de un posible contagio. Me han puesto tres Astra Zéneca, pero lo que he leído en los diarios estadounidenses expone que después de seis meses las vacunas no funcionan. En Estados Unidos se aplica la vacuna bivalente que inmuniza contra las dos cepas de ómicron. ¿Qué hace al respecto el gobierno de la 4T? Compra la vacuna cubana, Abdala, no certificada por la Organización Mundial de la Salud y que no sirve para el contagio de Ómicron. Entretanto, el presidente se encuentra atento al juicio en Nueva York de Genaro García Luna, ex secretario de Seguridad del otrora presidente Felipe Calderón, su némesis. El secretario de Salud, el doctor Jorge Alcocer, y el subsecretario , Hugo López Gatell no dicen ni pío. El pueblo se queda sin vacuna bivalente. Las clases medias altas y los ricos se vacunan tranquilamente en los Estados Unidos.

¡Viva la Cuarta Transformación!

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