Opinión
Concepción Badillo

¿Sobrevivirá Netanyahu en el poder?

Por décadas los servicios de inteligencia tanto de Israel como de EU, han tenido reputación de invencibles, de insuperables y de ser lo mejor de lo mejor. Fama que para la CIA terminó el 11 de septiembre de 2001, mientras que para Mossad y Shin Beth, las agencias israelíes, concluyó el 7 de octubre de 2023.

Ese día, Hamás lanzó por cielo, mar y tierra, un devastador ataque sobre Israel dando muerte a más de un millar de personas y secuestrando civiles, cuya paradero todavía se desconoce.

Tanto los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001 a Washington y Nueva York, como el ataque al sur de Israel, tienen en común que planearlos llevó meses pero nunca fueron detectados por esas agencias de inteligencia con vastos recursos económicos, alta tecnología y miles de agentes a su servicio.

Investigar qué falló y por qué llevará meses y podría resultar en la caída del poder del primer ministro Benjamin Netanyahu, a final de cuentas el principal responsable. La última vez que algo similar ocurrió fue hace 50 años cuando Israel fue tomado por sorpresa con ataques provenientes de Egipto y Siria

En ese entonces Golda Mier, la primer ministro fue fuertemente criticada por no haber prevenido esa guerra y renunció seis meses después de que Israel finalmente alcanzó la victoria, pero con el alto precio de perder 2656 de sus soldados.

El ataque del sábado nadie se la esperaba, después de todo la franja de Gaza esta rodeada de cámaras de seguridad y drones monitorean constantemente todo movimiento a lo largo de los 60 kilómetros del muro fronterizo.

La arremetida realmente sorprendió a las agencias de seguridad tanto de Israel como de EU, ya que la CIA trabaja en estrecha comunicación con Mossad y Shin Beth, la agencia responsable y solo dedicada a inteligencia en Gaza.

Los expertos en contraterrorismo en Washington están asombrados y no se explican como pudo ocurrir un error de tal magnitud, porque es cierto que ninguna agencia de inteligencia es perfecta, pero esta vez las fallas fueron enormes y múltiples.

En relación al tamaño de la población, el ataque de Hamás dejó más muertos en Israel, que los ataques terroristas de 2001 a EU, cuya población en ese entonces era de 285 millones y murieron 3000 personas. En Israel con nueve millones, el equivalente sería como si Hamás hubiera dejado 20 mil personas sin vida.

En respuesta, Gaza, una de las áreas más densamente pobladas del mundo, donde viven 2.3 millones de personas, que en su mayoría no simpatizan con la autoridad dictatorial de Hamás, está completamente sitiada. Se les ha cortado el suministro de agua, electricidad, gas y comida, pese a que leyes internacionales prohíben sitios que impiden acceso de la población civil a medicinas y alimentos con que sobrevivir.