Opinión

El sombrío referéndum del 2 de junio

DRA. CLAUDIA SHEINBAUM,

PRÓXIMA PRESIDENTA DE

LA REPÚBLICA:

Sombrío: lóbrego, tenebroso, triste.

Diccionario de la RAE

Su victoria estuvo cantada desde hace dos años, por lo menos. Ayer, el conteo rápido del INE le dio el triunfo. ¿Podría usted haber ganado “a la buena”, respetando las leyes electorales y sin la repartición de dádivas? Difícil saberlo. 

Quedan claro, eso sí, varios aspectos de esta contienda.

Primero, algo tendremos que hacer, ciudadanos y legisladores, para impedir que en próximas elecciones se pierda la condición de la equidad; me refiero a que se sancione con total severidad la injerencia de un presidente, sea quien sea quien ocupe Palacio Nacional. No es posible que nuestro actual mandatario simple y llanamente se burlara de la autoridad electoral un día sí y otro también. Así pues, doctora Sheinbaum, su triunfo queda bastante empañado.

Con toda franqueza, a más de uno nos dejó muy sorprendidos de la amplia mayoría de su triunfo: 30 puntos. Con tantos damnificados de la 4T, es difícil creerlo. El único que lo tuvo claro desde el principio fue don Andrés, quien -palabras más o menos- declaró que había que dar a los pobres unos cuantos pesos, porque siempre respondían con su voto de apoyo. Programas sociales les llama él, compra de votos le dicen en mi pueblo.

Segundo, la violencia política, ya sea la generada por el crimen organizado y/o los cacicazgos políticos, fue el telón de fondo de las contiendas. Quedan para vergüenza nacional el número de candidatos y miembros de sus equipos que fueron asesinados, amenazados y secuestrados. Sí, fue la contienda electoral más violenta de la que tenemos memoria en los últimos 50 años.

En este sentido, mucho es lo que queda por delante a hacer a los triunfadores virtuales de los gobiernos estatales, como Eduardo Ramírez, PVEM-Chiapas; Margarita González, MORENA-Morelos y Rocío Nahle, MORENA-Veracruz. Si fueran tan buenos para mover votos como para conducir los destinos de sus entidades, estarían del otro lado; pero no parece ser el caso, doña Claudia. Así que es urgente, como nunca, controlar la injerencia del crimen organizado a nivel municipal, para no acabar por entregar el territorio a los malandros. 

Pero volvamos a los impactos de la elección principal.

Usted, doctora Sheinbaum, está en una disyuntiva: construir su segundo piso en las mismas condiciones que se le entrega el país o buscar la reconciliación nacional. La diferencia entre uno y otro camino hace imposible unir ambas intenciones. 

Con todo y la amplia ventaja de su triunfo, convendría que reflexionara sobre la benevolencia del voto. Tenga presente que tan pronto empezó su jefe con sus propuestas autoritarias, la reacción ciudadana se dejó sentir; sus repetidas movilizaciones cobran mayor significado en la medida en que no fue el seguimiento a un líder en particular.

Es muy probable que MORENA y aliados contarán con la mayoría calificada en el Cámara de Diputados. Y eso sí que me asusta, pues en la próxima legislatura que inicia en septiembre, los sumisos diputados tendrán sobre ellos a don Andrés; ¿intentarán entonces llevar a cabo reformas tan radicales como la del Poder Judicial o la electoral? ¿O se atreverán todavía a más, en la borrachera del triunfo?

Dichas reformas podrán ser prioritarias para un proyecto autoritario dentro de la 4T, pero no para el país, habiendo tantas asignaturas pendientes, empezando por dedicarse a brindar seguridad a la población, combatir el cobro de piso que ya afecta la economía familiar, reconstruir el sistema de salud y crear las condiciones necesarias para el “nearshoring”, por solo mencionar algunas. 

Me pregunto si, con su formación científica, continuará con las medias verdades sobre las políticas públicas para atender las necesidades de la población. A López Obrador las falacias le salían con una facilidad pasmosa, pero dudo mucho que usted sea tan “eficiente”; me pregunto si la población seguirá tragándose falacias y por cuánto tiempo. Esto me lleva a otra de las grandes asignaturas pendientes: la rendición de cuentas. ¿Seguirá usted la ruta de la opacidad en aras de llevar a cabo sus proyectos, cualesquiera que éstos sean?

En su próximo gobierno ya hay un elefante en medio de la sala: no tendrá el margen de maniobra económico que sí tuvo su mentor en cuanto a la manipulación de los dineros públicos para sus visiones caprichosas y dádivas generalizadas. 

Si usted tomara el camino de la reconciliación y de escuchar a quienes no votaron por usted, me pregunto cómo reaccionará su todavía jefe. Sabemos que es de mecha corta cuando alguien se sale del guión y, hay que reconocerlo, seguirá teniendo una cantidad nada desdeñable de seguidores fanáticos. ¿Respetará don Andrés cualquier decisión que usted tome que no sea lo que él haría?

En fin, doña Claudia, veo algo sombrío el panorama para México.

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