Opinión

¿Son viables las propuestas de Xóchitl Gálvez?

Tal como prometí, hoy dedico el espacio a comentar sus propuestas; así que vayamos de menos a más, según el interés del electorado.

Hay un tema de la mayor relevancia y que, lamentablemente, no creo que sea muy vendible: la transparencia y la rendición de cuentas. Es el principio para evitar la corrupción y la tentación; por lo que ojalá pueda transmitir que cada peso robado, es un peso menos para lo que sí necesitamos. Lo cierto es que “no podemos seguir gastando mal, ni distraer los recursos federales. Debemos dedicarlos a seguridad, salud y educación, además de hacer crecer la economía.”

La transparencia en el gasto nos lleva a las finanzas públicas. La 4T dejará las arcas vacías; ya no hay fondos de estabilización, ni fideicomisos, ni de ahorros por austeridad, así que los recursos serán escasos para lo indispensable.

Lo anterior nos lleva a otro tema deseable, pero peliagudo políticamente hablando: formalizar la economía. “No podemos seguir cargando la mano a los contribuyentes de siempre,” afirmó usted y creo que tiene razón. Ahora bien: la mitad de población económicamente activa se ubica en la informalidad, así que la tarea de meterlos al aro será titánica y a realizarse con pinzas.

Veo que usted y su equipo tienen una perspectiva muy distinta respecto de PEMEX, el cual “está chupando muchos recursos y produce menos petróleo” que antes. Coincido con usted en que su “manejo tiene el enfoque equivocado” pero, sinceramente, enderezar la paraestatal será tan difícil como poner un cohete en la Luna, incluso si el sindicato fuera cooperativo.

Aplaudo, doña Xóchitl, que le preocupe la escasez de agua. No es un mito conservador; el desperdicio del líquido y el cambio climático hacen padecer a tres cuartas partes del país. “Estamos estudiando el tema del Lago Texcoco, como una posibilidad de acumular el agua,” afirmó usted. A la par, analiza otras alternativas: “75 por ciento (del agua) se ocupa en el campo,” aunque no se aproveche en su totalidad. Empezando con “dos por ciento que se ahorre (en el campo), se puede destinar a las ciudades. Además, hay mil 100 plantas tratadoras que no se están utilizando.”

Ahora pasemos al tema de seguridad, el cual parece que usted lo ve más integralmente, según se desprende de los 15 puntos iniciales de su estrategia.

Suena sensato sacar a los militares de las tareas que corresponden a los civiles, como la construcción de obra pública, para concentrarlos en “defender a México de la mayor amenaza de nuestra soberanía, que es el control del territorio por parte del crimen organizado.” Aprecio su idea de que los elementos de la Guardia Nacional no anden rotando y sí permanezcan en las poblaciones que los requieren.

Dos aspectos de su propuesta se ven muy cuesta arriba, ingeniera Gálvez. Primero, duplicar el número de guardias para llegar a 300 mil elementos; lo digo porque pese a sus esfuerzos, SEDENA fracasó en el reclutamiento. Segundo, nombrar a un civil a la cabeza de la GN, como lo establece la ley; a ver qué cara ponen los mando altos y medios. Ya ve, la secretaria de Seguridad Pública y Protección Ciudadana ha estado de florero y todo el presupuesto lo manejan directamente los militares.

Celebro que su estrategia contemple “involucrar a los tres niveles de gobierno y a la sociedad,” para lo cual volverá a destinar los 50 mil millones de pesos de apoyo a la seguridad, a los cuales tienen derecho los estados y municipios, y que nadie sabe a dónde los mandó la 4T. Creo que los gobernadores tienen que hacerse cargo de los problemas de su entidad y no echarle todo al gobierno federal; falta ver cómo negociará usted con los 23 gobernadores morenistas…

Lo mismo aplica para el uso de inteligencia en el combate a la delincuencia, sueldos dignos para los policías locales y “duplicar (el número de) Ministerios Públicos locales y federales, así como los juzgadores locales en el país, que hoy están saturados.” Si los delincuentes no llegan a juicio, su detención es inútil.

Dos cosas resaltan de su propuesta:

La creación de una agencia aduanal binacional México-EUA. Si el problema es mutuo, la solución también debe serlo y ello no disminuye en nada nuestra soberanía; más hemos perdido con el control territorial y económico que detenta el crimen organizado por todo el país.

La otra, que usted promete no echarle la culpa a nadie del pasado, ni siquiera a AMLO, porque se va a hacer responsable de sus estrategias.

Si usted asume las consecuencias de sus decisiones, ya iríamos de gane, doña Xóchitl. Últimamente, la responsabilidad ha brillado por su ausencia.

P.D.

En otra entrega comentaré sus propuestas sobre vivienda, mujeres, huérfanos del COVID, salud y educación.

Colaboró: Upa Ruiz uparuiz@hotmail.com

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