Iniciaron las campañas y con ellas la posibilidad de que los candidatos puedan presentar formalmente sus propuestas, lo primero que se asoma es la homogeneidad de propuestas, es decir, más allá de los señalamientos personales de corruptos, mentirosos, etcétera, y una que otra puntada, en el fondo todos proponen lo mismo; por ejemplo, la orgía de promesas de programas sociales donde todos ofrecen más y mejores, no existe un llamado (como sí lo hay en otras naciones) a terminar el bacanal del clientelismo electoral en el que se convierten la inmensa mayoría de los programas o las posturas frente al movimiento feminista que ha sido la de aceptar el dogma imperante del globalismo, mientras que las campañas políticas son en torno a quererse ganar el liderazgo en esa narrativa, pero nadie se pone del lado, por ejemplo, de las mujeres pro vida (como sucede con la Presidenta de Italia) o los niños que diariamente son secuestrados o víctimas de trata.
Otro ejemplo que desnuda lo anterior, es el problema del agua, que pareciera que todo se reduce a las mismas propuestas de solución, pero con diferente empresa, nadie cuestiona la totalidad del sistema o del modelo, es decir, las políticas públicas han sido diseñadas históricamente para mantener el control clientelar sobre el vital líquido, ¿en qué cabeza sensata cabe promover la dependencia en lugar de la autosuficiencia? ¿por qué dejamos en manos de un solo administrador en la ciudad el suministro de toda una red? ¿creen realmente que es lógico distribuir agua a través de intrincadas redes con tentáculos más frágiles que los de una medusa? ¿por qué permitimos que la burocracia en turno ligada a su empresa (en redes de corrupción y complicidades) sea la poseedora de la llave que suministra todos los tubos? ¿y dónde no llega la red, por qué se permite que mafias políticas de pipas sirvan para coaccionar el voto? ¿es lógico que en las grandes ciudades se provea agua en pipas a asentamientos humanos de montaña trayéndola de pozos que suelen estar a 20 o más kilómetros de distancia? Responder estas preguntas lleva a comprender cómo fue que perdimos nuestros lagos, canales y ríos, porque estamos como estamos y si hablamos de los temas de descargas, el asunto es aún más macabro.
Cuando existe el conocimiento y la tecnología para captar lluvia, almacenar, procesar y reusar a escalas de colonias, barrios, comunidades y tener la red, cuando mucho, sólo de respaldo. Esta soberanía que implica para las familias soluciones de este tipo harían que se corte la principal dependencia vital del agua con el Estado y daría verdaderamente una sostenibilidad hacia el futuro.
Hago votos porque alguno de los candidatos vea esta correlación, que no se dejen usar por las empresas de siempre, que en el fondo no han hecho más que manipular a las burocracias en turno a su favor. Que pierdan el miedo a controlar a la población y que en acciones muy puntuales de soberanía y autentico empoderamiento ciudadano en materia de agua, hacer eso no sólo les puede atraer votos, sino que se puede tener una autentica solución al futuro.
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