Opinión

Tres actitudes para una oposición con viabilidad

En un sistema político, cuando la alternancia política del partido en el poder se presenta de forma pacífica y apegada al Estado de Derecho, significa un triunfo democrático de la oposición. A lo largo de su historia política, México ha vivido tres alternancias de esta naturaleza: 2000, con el triunfo de Vicente Fox y el PAN en contra del PRI; 2012, con el triunfo de Enrique Peña Nieto y el PRI en contra del PAN, y 2018, con la victoria de Andrés Manuel López Obrador y Morena en contra el PRI. Hoy, muchos hablan de la necesidad de vivir una cuarta alternancia para sacar a Morena del poder y, dentro de estos, un sector asegura que la mesa está puesta para que la oposición triunfe en 2024. Para comprender mejor estos argumentos y el contexto actual, revisemos los tres anteriores.

Oposición

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En el año 2000, parte importante del triunfo se debió al llamado que algunas semanas antes de la elección se hizo para ejercer un voto útil que beneficiara al candidato de oposición que mejores condiciones ofrecía para derrotar al PRI. Por lo que hace al regreso del PRI a la Presidencia en 2012, quizá la manera más objetiva de explicarlo es por la puesta en marcha de las estructuras electorales tradicionales que seguían presentes gracias que ese partido pudo mantener el control de la mayoría de los gobiernos estatales. Finalmente, en lo que corresponde al triunfo morenista de 2018, el fenómeno tiene que ver con la enorme popularidad del candidato López Obrador, pero también con el desgaste de esas mismas estructuras que seis años antes permitieron el regreso del PRI a la Presidencia, así como con una amplia movilización ciudadana harta del gobierno de “los mismos de siempre”.

Es muy pronto para saber si la oposición, conformada por los Partidos Acción Nacional, Revolucionario Institucional, de la Revolución Democrática y Movimiento Ciudadano, contará con las condiciones para hacer realidad aquello que muchos califican como una necesidad y algunos menos identifican como una posibilidad: vencer a Morena y lograr una cuarta alternancia en el poder. No obstante, desde ahora pueden identificarse tres actitudes que cualquier partido de oposición en cualquier sistema político tendría que asumir si desea ser electoralmente viable y convertirse en gobierno.

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Autocrítica de su condición. La oposición debe comprender que, si otros ocupan el poder, ello obedece a una o varias de las siguientes razones: 1) la ciudadanía optó por un partido que tuvo la oferta de gobierno que consideró como la mejor; 2) la ciudadanía se cansó de quienes ocupaban el poder y decidió darle una oportunidad a un partido distinto, o 3) la ciudadanía consideró que los partidos de oposición que siguen sin ocupar el poder, no tenían la capacidad suficiente para convertirse en gobierno, cuando menos hasta la última elección.

Construcción de acuerdos. Si bien el ejercicio del gobierno desgasta a quienes lo ocupan, en la gran mayoría de los casos ello simplifica la construcción de una campaña. Desde ahí se cuenta con recursos políticos, financieros, comunicacionales y de otra naturaleza para posicionar una campaña y a sus candidatos. La oposición, en cambio, depende de las alianzas y acuerdos que, desde fuera del poder, logra construir y articular. Estos acuerdos suplen la falta de poder y sirven como base o fundamento para dar legitimidad a un proyecto opositor y generar confianza entre el electorado.

Proyecto alternativo. Para el partido en el poder la propuesta político-electoral es sencilla: continuidad en lo que hasta el momento ha funcionado, mejora en lo que no termina de cuajar y cambio en aquello donde se carece de resultados. La oposición, en cambio, debe ofrecer un proyecto alternativo a lo que hasta el momento se ha tenido. Quienes como electores piensan que un gobierno ha quedado a deber, requieren conocer de una oferta política distinta y viable que haga suponer que, de aplicarse, se alcanzarán mejores resultados.

Hoy la oposición parece no comprender que debe asumir estas tres actitudes. En las próximas entregas presentaré un análisis de cada una de ellas aplicadas a la coyuntura política por la que atraviesa México.

Profesor de la UNAM y consultor político

Twitter: @JoaquinNarro

Correo electrónico: joaquin.narro@gmail.com