Está por concluir un sexenio complejo en materia turística. Un periodo que incluye la pandemia del Covid. La industria de viajes vivió, a nivel planetario, uno de los periodos más oscuros de su historia por las medidas de aislamiento social impuestas para evitar en lo posible los contagios. Por ese factor inusitado, me refiero al Covid, no es sencillo comparar lo ocurrido estos seis años con otras administraciones federales en materia turística.
Fue un periodo de contrastes. Arrancó con la cancelación a rajatabla del proyecto del aeropuerto de Texcoco, lo que descarriló la relación del gobierno con la comunidad empresarial turística. Es una paradoja porque esa obra magna de infraestructura se canceló cuando ya tenía un 30 por ciento de avance, y se emprendió otra obra magna, el Tren Maya, que marcará un antes y un después en el quehacer turístico del país en particular en los destinos de la Península de Yucatán.
Al mismo tiempo se construyó en esa zona, en tiempo récord, un nuevo aeropuerto internacional, el de Tulum, que potencia las expectativas del turismo en la Riviera Maya. Ahí quedan esas obras de infraestructura. Tocará a la siguiente administración encontrar las mejores formas de aprovecharlas para beneficio de las comunidades de la región. No hay que perder de vista que el turismo destaca por generar empleos para mujeres y jóvenes en el país, por eso merece el trato de prioridad nacional.
Para fondear esas grandes obras el gobierno tomó dinero de muchas fuentes, y lo cierto es que la secretaría de ramo tuvo presupuestos muy limitados lo que obligó a los mandos a hacer más con menos y emprender acciones de promoción, que son indispensables en la industria, con tiros de precisión para impactar a los mercados que nos interesa atraer sin distraer un solo peso.
El secretario de Turismo, Miguel Torruco, presentó un informe de resultados que rubricó con el lema de “Misión Cumplida” En palabras de Torruco el turismo es una noble actividad y un sólido conducto para combatir la pobreza, generando divisas, empleos e inversión, siempre de la mano de un desarrollo regional justo y equilibrado en beneficio de la población local.
De acuerdo con el ranking de la ONU Turismo, antes OMT, México concluye el sexenio en la 7ª posición en turismo de internación; sin embargo, en cuanto a captación de divisas, que es como se mide la potencialidad turística de una nación, se ubica en el lugar 17, y en un 40 en gasto per cápita.
La administración Torruco creó el programa “Barrios Mágicos de México”; se lanzó el “Tianguis de Pueblos Mágicos”, tanto Nacional como Internacional, el primero, con cinco ediciones, y una más por efectuarse en septiembre; el segundo, con tres magnos eventos, en Barcelona, España; Los Ángeles, California, y San Antonio, Texas, en Estados Unidos. Se ha dado continuidad al “Tianguis Turístico México”, con 6 ediciones que superaron todas las marcas anteriores en compradores, expositores, citas de negocios y países participantes. Para el 2025, han sido designadas como sede, las ciudades de Tijuana y Rosarito, en Baja California, siendo por primera vez, en una entidad federativa fronteriza, que además colinda con California, primer estado emisor de
En Fitur 2025, la feria de Madrid, México será, por primera vez en la historia, el País Socio invitado, gracias a la fuerte, sólida, activa y visionaria Unión de Secretarios de Turismo de México, Asetur. De hecho, la presencia de México en ese evento, el primero en el calendario turístico internacional, será el gran reto inicial de Josefina Rodríguez que será la secretaria de Turismo en el gobierno de la doctora Claudia Sheinbaum. La comunidad empresarial turística del país está concentrada en sacarle todo el provecho posible a la presencia de México en la Fitur y empezar el sexenio con el pie derecho.
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