Opinión

Viruela símica en México

La viruela símica es una zoonosis (enfermedad que pasa de animales a humanos) causada por un virus de DNA descubierto en primates en 1958 y cuyo primer caso en humanos fue reportado en 1970 en el Congo. Se mantuvo por muchos años como zoonosis, es decir que los casos esporádicos que surgían eran por transmisión del mono al humano. Sin embargo, partir de un brote que hubo en Nigeria en 2017 se empezó a documentar evidencia de transmisión entre humanos. A partir de mayo de 2022 por un brote que surgió en España, se dispararon los casos en diferentes países del mundo y en julio 21, la Organización Mundial de la Salud la declaró una emergencia internacional de preocupación.

Dado que los virus relacionados con viruela pueden ser de inquietud desde el punto de vista bélico, en nuestro país todos los casos sospechosos de viruela símica deben informarse a la Dirección General de Epidemiología de la Secretaría de Salud y el único lugar oficial para hacer el diagnóstico molecular es en el Instituto de Diagnóstico y Referencia Epidemiológica, a donde deben enviarse las muestras de los casos sospechosos. Por lo tanto, se ha generado una base de datos con todos los casos ocurridos en el país durante este año.

Mi buen amigo, el Dr. Sergio Iván Valdés del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán, tuvo la oportunidad junto con sus estudiantes, de hacer el análisis de esta base y el resultado fue publicado la semana pasada en la revista Lancet Heatlh Americas (https://doi.org/10.1016/j.lana.2022.100392).

El reporte incluye los casos atendidos de mayo 24 a septiembre 5 de 2022. En este período se vieron 1,146 pacientes con datos clínicos sugerentes de viruela símica, de los cuales, el diagnóstico fue confirmado en 565 provenientes de 26 estados de la República. 549 (97.2 %) fueron hombres. La edad promedio de 34 años. El 57 % eran hombres que tienen sexo con hombres (HSH), aunque 230 de los miembros de la cohorte no identificaron su preferencia sexual, por lo que de los 335 que lo hicieron, el 97.6 % lo hicieron como HSH. El 54.5 % (299) eran pacientes que viven con VIH. Todos los pacientes, menos uno, tuvieron lesiones en la piel y el área más frecuentemente afectada fue la región anogenital. El 79 % reportó fiebre, 48 % dolor muscular, 42 % dolor articular, crecimientos ganglionares en 41 %, cefalea en 40 % y dolor de garganta en 26 %. Solo seis pacientes requirieron hospitalización y uno desafortunadamente murió, por razones no relacionadas con la viruela.

Los datos clínicos fueron similares entre los pacientes que viven con VIH y los que no. En muchos de los enfermos se podría atribuir el contagio a través de contacto sexual, sin embargo, este antecedente no existe en todos, por lo que la enfermedad no debe considerarse estrictamente como una infección por transmisión sexual. Se puede transmitir por contacto directo no sexual e inclusive por fómites, como sucede con otras viruelas. La diferencia probablemente con la varicela es que no parece ser tan contagiosa, ya que se requiere de contacto estrecho con el enfermo.

Si bien la viruela símica no es una enfermedad grave y su tasa de transmisión es baja, en 2017 dejó de ser una zoonosis y se convirtió en una nueva epidemia de transmisión entre humanos, lo que nos recuerda que ahí están los virus al acecho y con esta experiencia y, por supuesto, la de COVID, debemos de desarrollar estrategias para tener mejores respuestas cuando venga la siguiente epidemia.

Dr. Gerardo Gamba

Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán e Instituto de Investigaciones Biomédicas, UNAM

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