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En muy pocas ocasiones, el presidente ha perdido el control de la agenda y de la narrativa. No ha habido matanza, sobre amarillo, fraude o fracaso de gobierno en el cual su posverdad no se imponga, ya sea con medias mentiras, echándole la culpa al pasado o, de plano, haciendo como si no existieran. Uno de esos pocos casos fue cuando Latinus dio a conocer la “Casa Gris”.
Estos días, la oposición ha demostrado que sí hay manera de quitarle el control al inquilino de Palacio Nacional y hasta llevarlo al enojo y desesperación. Finalmente y aun con tropiezos, el Frente Amplio por México atrajo los reflectores; de pronto se rompió lo que a muchos nos pareció un largo silencio, mientras las “corcholatas” avanzaban y avanzaban.
Anteayer y ayer tres de los mejores aspirantes de la oposición, por lo menos así me lo parecen, fueron a registrarse para iniciar sus precampañas: Santiago Creel, Xóchitl Gálvez y Enrique de la Madrid, en ese orden.
Hablemos de sus fortalezas y debilidades.
No me cabe duda de que los tres personajes son inteligentes y preparados; tampoco que, llegado el caso, pudieran ser buenos mandatarios. Los tres tienen muy bien “amueblada la cabeza”, acaso Gálvez y De la Madrid se han mantenido más actualizados en cuanto a tendencias mundiales, ya sea en lo económico, lo social o lo tecnológico.
Por lo leído, escuchado, platicado con ellos y con personas que les conocen, los tres aspirantes opositores se caracterizan por saber escuchar otras opiniones, virtud que ha brillado por su ausencia desde hace cinco años en la toma de decisiones en este país. Estos aspirantes pueden no dominar todas las materias, pero sí harán las preguntas pertinentes.
Dicen los que han colaborado con ellos, que los tres son gente de trabajo en equipo. Eso es una buena noticia, en muchos sentidos. Primero, porque José Ángel Gurría se ha bajado de la candidatura para encargarse de la plataforma u oferta del gobierno de coalición acordado. Quién mejor que Gurría para hacerlo, cuando los últimos 15 años se dedicó a promover el desarrollo en los países miembros de la OCDE. Segundo y llegado el momento, facilitarán la fluidez de lo que sería la primera coalición ejerciendo el poder.
Respecto de sus particularidades, cabe resaltar que De la Madrid es un hombre sencillo, muy consciente de los privilegios que rodearon su juventud. Admira a su padre, quien gobernó y sacó adelante un México que estaba hecho pomada, pero es un hombre completo por sus propios méritos. Don Enrique está muy interesado en la inserción de México en el desarrollo del mundo; baste leer sus artículos en El Universal para ver la gran cantidad de temas que maneja y ve como ventanas de oportunidad para México.
En unos cuantos días mucho se ha escrito sobre la afortunada irrupción de la senadora Gálvez. Agradan el desparpajo y franqueza con las que se expresa: “Yo tengo un ching& de sesos, pero no tengo complejos, voy a trabajar con gente más inteligente que yo”. También lo directa que es frente a quien sea: “Presidente, no le saque”.
La trayectoria del diputado Santiago Creel es más que conocida y su desempeño como legislador ha sido eficaz y congruente. Antes de ingresar a la política fue consejero del primer Instituto Federal Electoral, mérito del cual casi nadie se acuerda.
Los tres van a conseguir las firmas necesarias. Doña Xochitl por la simpatía provocada. Don Enrique porque lleva un tiempo haciendo reuniones ciudadanas y dando conferencias por todo el país; además, es de esperar que la infraestructura partidaria coopere con su causa. Don Santiago, además de las simpatías, cuenta con la base azul.
Veamos los obstáculos.
En lo que a sentido de la oportunidad se refiere, la aspirante hidalguense ha descollado y por mucho frente a los otros dos; de hecho, Xóchitl es la única persona que ha refuncionalizado los ataques presidenciales y les sacado ventaja. El priista y el panista no han recibido ataques directos, pero tampoco se han subido a la agenda, ni antes ni ahora.
El segundo obstáculo y de momento muy importante es la capacidad para conectar con la gente. Ya doña Xóchitl nos ha demostrado que sí se le da, con una estridencia algo divertida. De la Madrid no es ni será estridente, por lo que no atrapa la atención al primer momento; él la capta una vez que la audiencia le da tres minutos y escucha sus propuestas generalmente muy convincentes. Algo similar ocurre con Creel.
Un tercer obstáculo que espero no se llegue a dar son las patadas debajo de la mesa, bastante trendrán con quitarse de encima las que lleguen desde Palacio Nacional y MORENA.
El espacio se me acaba. Una última reflexión: solo si se mantienen unidos en el proyecto, ustedes y sus equipos, tendrán con qué dar la batalla al partido oficial; así demostrarán solidez y temple.
Buena suerte a los tres.
Colaboró: Upa Ruiz uparuiz@hotmail.com
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