Opinión

Yo zafo de la Cuarta Transformación

Mi amiga Gaby Lara me envió un viejo tweet mío, del 2011. ¡La de cosas que han pasado desde entonces! Simplemente éramos todos doce años más jóvenes. Pesa ¿verdad? El caso es que escribí lo siguiente: “Queridos, ya olviden a Peña Nieto y pónganse a leer. Yo volví a Philip Roth, como siempre. Me emociono cuando hay un libro suyo que no he leído”. Roth, escritor estadounidense de origen judío, murió en el 2018. A veces lo releo con enorme gusto. De Peña Nieto no quiero saber nada. Pactó, en contra de su Partido y del candidato José Antonio Meade, con López Obrador para que ganará la presidencia. Dejó solo a Meade , mientras negociaba con Morena que no lo hostigaría el nuevo gobierno morenista. En cambio, a Rosario Robles, Secretaria de Desarrollo Social de Enrique Peña, la metió tres años en la cárcel por haber estado “implicada” por omisión en la Estafa Maestra, en la que, a través de empresas fantasma, se desviaron 400 millones de dólares.

Segalmex, Seguridad Alimentaria Mexicana, de acuerdo con la Auditoría Superior de la Federación, en su primeros dos años de operación bajo el obradorato, encontró irregularidades por 15 mil 300 millones de pesos, mucho más dinero que el de la Estafa Maestra. Ignacio Ovalle era el director general y ni él ni otros funcionarios han sido perseguidos. Se les destituyó y punto.

Como todos sabemos, el manejo de la epidemia de Covid 19 fue un desastre. Durante mucho tiempo el doctor López Gatell, subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud de la Secretaría de Salud promovió que no se usara cubrebocas, mientras encabezaba las medidas gubernamentales contra la enfermedad, que terminó con la vida de unos 600 mil mexicanos que no lograron atenderse a tiempo. El 16 de marzo de 2020, en la Mañanera , cuestionado por una reportera sobre el poco cuidado que el presidente seguía con la gente, sin tomar ninguna medida por posible contagio, el subsecretario de Salud dijo:

“Le voy a decir una cosa muy pragmática: casi sería mejor que (López Obrador) padeciera coronavirus, porque lo más probable es que él, en lo individual, como la mayoría de la personas (el subrayado es mío), se va a recuperar espontáneamente y va a quedar inmune”.

Cuando la reportera inquirió si el mandatario podría ser, entonces, portador del virus , el epidemiólogo López Gatell espetó su famosa frase: “La fuerza del presidente es moral, no es una fuerza de contagio”. Increíble el grado de adulación. Total, como todos sabemos, la Secretaría de Salud fue inoperante en el tratamiento de Covid 19. Grandísimo fracaso del gobierno morenista.

Las vacunas que hoy utilizan para escamotear al virus son la cubana Abdala, no aprobada por la Organización Mundial de la Salud, y la Sputnik, que es la rusa y que tampoco ha sido certificada por la OMS. Lejos quedan los esfuerzos de Marcelo Ebrard, que, en su momento, logró que se trajeran las vacunas AztraZeneca y Pfizer.

En junio de 2021, en el programa televisivo de Canal 22 de los moneros consentidos del régimen, López Gatell afirmó que los padres de niños con cáncer que se manifestaban porque no había medicinas para tratar tan terrible padecimiento eran “unos golpistas”, y que sí había medicamentos. Asintió con el Fisgón, Rafael Barajas, que la historia de esos niños que padecían cáncer era “una telenovela”.

El asunto es del dominio público. No digo nada nuevo, pero no se debe olvidar.

La impudicia de la 4T ha derramado miles de millones de pesos en la cancelación del aeropuerto, ahora convertido en sitio para los negocios de los amigos de Andrés López Beltrán, uno de los hijos del presidente; en la construcción del tren Maya, que enriqueció al ex chofer de AMLO y quien opera resorts cerca de donde transitará el famoso y ecocida ferrocarril; el desastre de la Refinería Dos Bocas, que no produce nada y se inunda a cada rato; el aeropuerto Felipe Ángeles, que apenas realiza operaciones; la militarización del país, que no ha servido para detener al crimen organizado, a pesar de que los militares se encuentran desplegados por todos lados sino que además se les ha otorgado el control de aeropuertos, aduanas, y que cada vez detentan más funciones civiles y reciben más presupuesto. Esto cuando Andrés Manuel había prometido en su campaña presidencial devolver a los militares a sus cuarteles.

El desabasto de medicinas continua sin resolverse, aunque el presidente prometió la pronta creación de una farmaciotota, única en el mundo, provista de todos los medicamentos habidos y por haber, a pesar de que varios millones de mexicanos se quedaron sin un sistema de salud pública, en el momento en que se desapareció el Seguro Popular. El IMSS, diga lo que diga su director general Zoe Robledo, y el ISSTE funcionan mal y tarde.

Ni mencionar el desprecio que el presidente de la Cuarta Transformación dedica a las leyes. Sus constantes embates a la Suprema Corte de Justicia de la Nación, que se ha defendido y ha sabido detener algunas de las modificaciones legales que se empujan desde Palacio Nacional, ocurren a cada rato. El presidente quiere acabar con todos los órganos autónomos que le impidan hacer y deshacer.

Ver las Mañaneras da grima. Hoy, después de que PISA, el programa para la Evaluación Internacional de Alumnos, programa de la OCDE, la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico, y que reúne a 34 países comprometidos con las economías de mercado y con sistemas democráticos, calificó el aprendizaje de los alumnos de 15 años de edad de escuelas públicas en México muy por debajo de los estudiantes en otros países, el primer mandatario dijo “Zafo” de semejante evaluación. La conclusión es que la educación en México está estancada desde hace una década y, en especial, desde 2018. Lectura, ciencias y matemáticas tuvieron un pésimo registro con los estudiantes mexicanos. No quiero ni pensar en lo que sucederá con los alumnos que llevan los nuevos libros de texto, diseñados por el inefable Max Arriaga y su grupo. Cada vez sabrán menos los niños mexicanos, ya que no le importan al régimen. López Obrador se “zafó en la Mañanera “de los resultados de la prueba de PISA de la OCDE” porque supone él que los que elaboraron los exámenes son neoliberales. La Secretaría de Educación Pública envió un comunicado en el que se deslindaba de PISA. También “Zafa”, pero con otras palabras.

Otro asunto imperdonable es que López Obrador re victimizó a los estudiantes de Celaya que fueron asesinados y expuso que los habían matado “porque fueron a comprar droga en un territorio que pertenecía a otra banda.”

El listado de asuntos que me llevan a mí a zafarme de la Cuarta Transformación no ha concluido, aunque creo que los aquí enunciados son suficientes para deslindarme de Morena, lo cual, a decir verdad, es innecesario que haga. Nunca he votado por Andrés Manuel López Obrador ni por nadie de Morena.

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