Opinión

Zeerk, marca de lujo que compite con BYD

Estuvimos en la apertura de la primera distribuidora de Zeekr, marca china de autos eléctricos que dirige en México Alex Yang, competencia directa de BYD, aquí y en China. Esta primera concesionaria se ubica en Altavista en la delegación Álvaro Obregón, en una zona de alto nivel adquisitivo. Empezará a sus actividades a finales de este mes con una red inicial de 6 distribuidoras en las principales ciudades como Monterrey, Guadalajara. Inicia con sus modelos 001, considerado un shooting bake y el X, un crossover compacto.

A diferencia de BYD, que aspira a vender autos a nivel mayorista como si fuera Ford o General Motors , Zeekr se considera una marca de lujo y sus aspiraciones son colocar 900 unidades en el primer año de operación, algo así como el 7 por ciento del mercado nacional, que es una cifra modesta, pero si hablamos de autos de lujo, con buenos acabados y tecnología es bastante razonable.

“Zeekr es una marca global de tecnología de movilidad eléctrica Premium y pertenece al grupo Geely, quien es propietario o inversionista de Volvo, Polestar, Lotus y tiene algunos intereses en la misma Mercedes Benz”, señala Alex Yang. De hecho, Geely desde el año pasado tiene operaciones en México.

Zeerk

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Especial

El arribo de marcas es un fenómeno jamás visto en el mercado nacional. Las firmas chinas han llegado con una promesa de alto retorno inversión a los distribuidores mexicanos. Muchos han apostado de tal manera que cambiaron los logos de sus distribuidoras tradicionales a las marcas chinas y otros dividieron los espacios, como es el caso de Nissan, que hizo espacio en su distribuidora de San Jerónimo para darle cabida a Geely.

Sin embargo, las promesas de un rápido retorno de la inversión parece que tendrán que esperar un poco. Chirey llegó con una oferta de marca ganadora, pero a estas alturas parece que perdió fuerza y de 3 mil unidades que vendían al mes en promedio bajó sobre las 2,700. No es una tragedia, pero marcó el techo de este primer impulso, por lo que muchos propietarios de concesiones empezaron a cuestionarse la rentabilidad. Los más conservadores han salido a ofertar sus licencias para salirse del negocio, porque es evidente que las propuestas de desarrollo exponencial se vuelven quimeras conforme pasa el tiempo.

Los distribuidores con experiencia ven cómo hay dificultades para operar el negocio con las marcas chinas y tienen que lidiar con compradores insatisfechos, porque sus refacciones no llegan o simplemente no encuentran la manera de responder a defectos o detalles de los autos vendidos. Este tema ha trascendido a redes sociales, que se llega a la exageración de pancartas afuera de las distribuidoras.

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Este clima molesta de sobremanera a los verdaderos distribuidores, que saben y tienen niveles de alta satisfacción al cliente. Cuenta con procesos bien establecidos y una fuerza laboral educada hacia el cliente. En las nuevas distribuidoras las promesas a los clientes son de azúcar, porque no se sabe si en el embarque de China viene o no la pieza.

En este negocio hay que considerar que no sólo hay que vender coches, porque el cliente finalmente terminará dándole la espalda y recurrirá a las marcas tradiciones, que tienen, saben y conocen los secretos del mercado nacional.