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El primer ministro israelí, Ariel Sharón, propietario de la granja "Los sicomoros", evaluada en 11,5 millones de dólares, es el jefe de Gobierno más rico en la historia de Israel, informa el diario Haaretz en un suplemento de economía.
Además de esa granja, la más grande del país con una superficie de cuatro hectáreas, Sharón posee una granja más pequeña en la cooperativa Kfar Malal, que heredó de sus padres, y una casa en el barrio musulmán de la ciudad antigua de Jerusalén.
El rotativo de Tel Aviv indica que el jefe de gobierno israelí adquirió "Los sicomoros", situada en el desierto meridional del Néguev, a pocos kilómetros de la franja de Gaza, hace treinta años, cuando se retiró de las Fuerzas Armadas con el grado de general.
Cuando compró la granja, cuyos primero propietarios fueron australianos que deseaban criar ganado bovino de la raza merina en esa zona, su valor era de cerca de medio millón de dólares. Amigos le prestaron gran parte del dinero para la transacción.
Sólo los ex primeros ministros Ehud Barak, del Partido Laborista, y el actual ministro de Hacienda, Benjamín Netanyahu, han llegado a ser millonarios entre los ex jefes de Gobierno, indica el rotativo.
"Los sicomoros", donde residen Sharón y sus dos hijos, es uno de los objetivos más buscados por la resistencia palestina en Gaza, desde donde sus cohetes Al Kasam, con un alcance ahora de ocho kilómetros, suelen llegar a un pueblo vecino de la granja, Sderot.
La familia Sharón cría en casi dos terceras partes de esas cuatro hectáreas ganado bovino y vacuno, y cuenta con plantaciones de limones, naranjas, pomelos, melones, sandías y hortalizas.
Buena parte de los trabajadores son de nacionalidad tailandesa y palestina, estos últimos de Gaza, quienes llevan decenas de años trabajando en la granja de Sharón, que siempre se ha considerado un hombre del campo, como sus padres, maestros de origen ruso que se convirtieron en agricultores al llegar a Palestina, a la sazón bajo dominio del Imperio Otomano turco antes de la creación de Israel.
La granja, defendida por una cerca electrónica y un equipo de guardianes pagados por el Estado para proteger al jefe del Gobierno, es también la sede donde celebra Sharón, cuando se traslada a su residencia para el descanso sabático, los análisis de su estrategia para la semana próxima con los miembros del "Foro de los sicomoros".
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